miércoles, 28 de septiembre de 2011

La entrega de los informes será el próximo jueves 6/ 10, en donde presentará y pautará la entrega del Informe académico 2.

Preguntas orientadoras para la comprensión del material de introducción a la UNIDAD II.




1.- ¿Cuál es la relevancia de la categoría de “textualizador” dentro de los textos?
2.- ¿Qué diferencias en cuanto al significado/representación existe entre la categoría de autor y la de textualizador?
3.- ¿Cuál es la implicancia del término “responsabilidad” dentro de la construcción textual?
4.- ¿cómo y de qué manera se construyen las voces dentro de los textos? ¿Qué características presentan? ¿Cómo se favorece, dentro del plan textual, al armado de las mismas?
5.- ¿Cuáles serían las marcas presentes dentro del camino textual que permiten la construcción de la presencia del textualizador? ¿Qué carácterísticas manifiestan esas marcas en relación con la escritura académica?
6.- Extraigan tres fragmentos del Texto de Susana Gallardo “Galileo y Fontanelle, precursores de la divulgación de la ciencia” en donde se evidencie el textualizador.

Lectura obligatoria:
-material de Introducción a la Unidad II “los mecanismos de responsabilidad enunciativa” de Adriana Falchini
-ZAmudio- Atorresi La explicación pagina 131 a la 137 punto 4.3.2.4 La representación de los interlocutores.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Yanina me pidió que les avise que mañana no hay clases. Nos vemos el jueves. Saludos Agustina

domingo, 18 de septiembre de 2011

Yanina me pidió que les informe que deben llevar impreso este ultimo articulo, el mismo será conversado en clases.
Hace unos días pensamos con Agustina la necesidad de transparentar cuestiones que se relacionan con el Informe Académico N° 1, en lo que respecta a la investigación por parte de ustedes sobre el género de la divulgación científica.
Como muchos de Uds han intentado buscar revistas y se han encontrado con algunas dificultades, va este pequeño análisis ejemplificador, con el objetivo de, en principio sistematizar algunas nociones y en segundo lugar de mostrar que en materia de textos no es posible llegar a una definición tajante.
El artículo que vamos a seleccionar es de la revista MUY INTERESANTE. Pero antes necesitamos hacer un relevamiento general del contexto de situación en donde este se encuentra presente; a partir de esta investigación podemos ir vislumbrando cuestiones tendientes a la caracterización del género.
Si hacemos un poco historia, la revista muy interesante es una revista fundada en mayo de 1981 creada y publicada por el Grupo G+J España. Desde ese momento la amplitud de llegada del producto fue cada vez más importante. Si pensamos en sus características Muy Interesante es mensual, declarada por los propios productores como de divulgación y ciencia popular; observen este término “ciencia popular” ya nos estaría dando cuenta de un tratamiento de la información en especial, puesto que la intencionalidad está pensanda en cuanto a la diversificación de los lectores.
Los contenidos de la revista se extienden desde las ciencias biomédias, temas de la tecnología, el avance tecnológico, la astrofísica, hasta la psicología y la historia. La manera en que se construye el conocimiento es desde ese “sentido más popular” intentando atraer al lector que no es versado en esa disciplina, buscando la forma para que esté informado “de todo un poco”. Por ejemplo, la revitsa presenta las siguientes secciones:
Sociedad: sociología, pareja, consumo, comportamiento, deporte...
Ciencia y tecnología: astronomía y espacio, futuro, ordenadores, automóviles, Internet...
Medicina: salud, nutrición, biología...
Naturaleza: ecología, aventura, medio ambiente, flora y fauna...
Cultura: historia, economía, actualidad

Observemos para clarificar mejor la siguiente portada:

Observarán que los elementos iconográficos al estar sobrecargando no sólo a la página sino también al texto, indican la “necesidad de mostrarse interesante al lector”. Por ello, sus mismos productores describen como indicio particular de ella la “riqueza visual, fotográfica e infográfica, así como por un estilo periodístico y divulgativo muy accesible a cualquier lector”. Fíjense que están declarando que el estilo es períodístico, lo que nos hace pensar no sólo en el léxico sino también en la forma de estructura la información dentro del texto; por ende, como vamos a observar la intertextualidad es muy poco trabajada, ya que no están interesados porque el lector comprenda desde dónde se parte para afirmar tal o cual cuestión, sino que la información se tratabajará sobre lo que se sabe y así se la presentará.
Si bien en los materiales que han leído, se enuncia que la divulgación científica tiene un estilo más descontracturado que el discurso teórico, esta publicación no estaría relacionada con ello, puesto que la aceptabilidad e intencionalidad son diferentes.
Lean a continuación los supuestos de donde parten los autores de la revista para su diagramación: “Sus lemas son La revista para saber más de todo y Muy interesante: entretenimiento inteligente.”
Teniendo en cuenta lo anterior, “entretener” es muy diferente a socializar los avances de las investigaciones, de los trabajos que se efectúan en el ámbito académico, los cuales intentan construir nuevas representaciones sobre cuestiones ya entendidas, ya aceptadas de esa manera.
No es menor esta consideración, puesto que nos posiciona frente a otra forma de construir la informatividad (el efecto novedoso) buscando en todas las producciones escritas.
Observemos ahora una afirmación explicitada por el mismo director de la revista:

Muy Interesante es la revista para saber más de todo. Periodismo moderno, información rigurosa e imágenes de impacto sobre ciencia y tecnología, salud y medio ambiente, cultura digital, el pasado del que venimos y el futuro que nos aguarda. Entretenimiento inteligente para lectores curiosos que quieren saber cómo funciona el mundo. Con los mejores autores, fotógrafos y dibujantes."
José Pardina,
Director de MUY INTERESANTE

Si bien aparece aquí la idea de construir “información rigurosa” entendemos que la rigurosidad establecida en las producciones textuales se realiza en pos, no de demostrar justamente lo complejo del pensamiento científico sino de interesar, de agradar, a ese lector en busca de “todo tipo de informacióin”.Ellos mismos, establecen que,  MUY INTERESANTE es la revista líder de divulgación general de actualidad. Noten lo expuesto dentro de la editorial de la revista sobre ello: “MUY INTERESANTE destaca por su calidad de información, rigor y amplitud temática”.
Fíjense que enuncian “divulgación general de la actualidad”, por lo tanto corrobora lo dicho anteriormente. Esta divulgación está en consonancia con la “socialización del saber” pero justamente, esa socialización se construye de una manera especial en relación  con el contexto de producción y recepción.
Es muy importante que nos detengamos a reflexionar sobre la expresión” amplitud temática”, ya que este indicio también no lleva a pensar en las características genéricas; el hecho de presentar varios temas, a veces no permite la profundización, aquella cuestión que la divulgación científica trabaja o trata de transparentar. Sigamos intentando observar esta cuestión: “MUY INTERESANTE da cada mes algo nuevo, algo diferente a los lectores. El resultado es una revista con personalidad propia, con la que se disfruta aprendiendo”.
MUY INTERESANTE está abierta a todos aquellos que sienten ganas de saber más. No tiene límites de sexo o edad: es para toda la familia. Es una revista que conecta con la actualidad más viva de nuestro tiempo”.
MUY INTERESANTE es la revista española más leída en el mundo y se distribuye con éxito en 22 países”.
Según el gráfico que hemos realizado en una  de las clases del martes, esta producción estaría rondando en el sector de las “divulgación periodísticas sobre ciencia”, lo que supone que no deja de lado la idea de que pertenece a “la divulgación”, que comparte con los textos de ese sector la misma manera de componerse, pero que dista en cuanto a la estructura de la información, su estilo, su forma de presentar la información.
Además, es la 1ª en audiencia y la 3ª en difusión de todo el mercado español de revistas mensuales. Líder en su sector, ha sabido aunar un alto nivel cultural con una audiencia masiva.
Veamos, entonces el texto seleccionado para este análisis (el mismo se encuentra en la sección sociedad):

Una aplicación informática para predecir los efectos de las políticas municipales




urna-votoIBM ha anunciado la creación una nueva aplicación de análisis que ayudará a los gobernantes a predecir el resultado de las decisiones políticas y sus posibles repercusiones en un futuro de hasta 25 años. Según la propia empresa explica en un comunicado, la herramienta está diseñada para "ayudar a los gobiernos" municipales a reducir o evitar "posibles consecuencias no deseadas".
Esta herramienta, desarrollada por IBM Global Business Services se conoce como "Sistemas dinámicos para ciudades inteligentes" (System Dynamics for Smarter Cities). La aplicación proporciona un interfaz que permite a los funcionarios crear un número indefinido de escenarios hipotéticos (de ahí lo de sistemas dinámicos) que sirvan de modelo para prevenir cómo los cambios en determinadas políticas pueden afectar al conjunto de la ciudad y a cada uno de los ciudadanos.
Según ha explicado a Muy Interesante Íñigo Osoro, director de análisis de negocio y optimización de IBM para España, Portugal, Grecia e Israel, "los diferentes departamentos de las Administraciones Públicas (transporte, educación, etc.) tienen poca interacción entre sí, incrementando las posibilidades de que una decisión tomada desde un área tenga un efecto inesperado en otra. Algunas veces estos efectos secundarios pueden ser negativos, o quizás dos acciones en dos departamentos diferentes puedan neutralizarse". La función de este simulador de política local es, por tanto, localizar esos desajustes y crear todos responder al "qué pasaría si" en todos los escenarios y posibilidades. En palabras del propio Osoro, el papel de "decidir qué es más prioritario para la ciudad en ese momento corresponde al equipo de gobierno", haciendo hincapié en que " no es una herramienta ideológica sino tecnológica".
Según resume el propio comunicado de IBM, algunas de las dinámicas que analiza esta aplicación informática hacen referencia a las variaciones en las tarifas del transporte público, tasas de matriculación en escuelas, índices de obesidad o emisiones de CO2, impuestos recaudados o consumo energético, la densidad de la población o el nivel de bienestar. IBM no ha aclarado tampoco qué sistema de medición del bienestar concreto utiliza su aplicación o si en estas dinámicas se analizan otros parámetros interesantes como el nivel de distribución de la riqueza entre los ciudadanos.
El representante de IBM ha especificado algunos de los parámetros que este sistema holístico utiliza para algo tan debatido y subjetivo como es la medición del bienestar: índice de obesidad, intensidad del tráfico, nivel de CO2, capacidad de consumo, renta per cápita o índice de paro y endeudamiento de las familias. Estas cifras son para IBM "variables que en sí mismas, miden el bienestar de manera objetiva, con independencia de la ideología o teoría política que quiera aplicar un equipo de gobierno". En ningún momento ha mencionado IBM que su sistema valore otras cifras representativas y utilizadas por algunos expertos para el cálulo del bienestar social como son la distribución de la renta o el gasto público.


¿Qué han podido observar de lo expuesto anteriormente? ¿Cómo y de qué manera se hace presente lo expuesto sobre la publicación en el escrito? ¿Se desarrolla un término específico sobre “políticas públicas”, sobre la manera en que se construye la información, la implicancia que tiene la información en el municipio?
La información se presenta, se desarrolla para que el lector esté informado de la cuestión, estableciendo relación con lo dispuesto en los supuestos desde dónde se construye la revista.

Les adjunto un texto de la revista TODAVIA, comparen vean y si pueden observen esta producción on line. Pueden tomar como referencia lo anotada más arriba sobre la manera de acceder a las características de la publicación. Seguimos en contacto

Economía

Apuntes para entender (algo) el agro argentino
Revisando viejas preguntas para encontrar nuevas respuestas

por Roberto bisang Profesor en la Universidad de Buenos Aires. Especialista en organización industrial, tecnología y análisis sectorial
Artista invitada
ana lía werthein


El campo de hoy tiene poco que ver con lo que era algunas décadas atrás. Incluso el paisaje presenta sorpresas: varias provincias norteñas y mediterráneas se han convertido en productoras de oleaginosas y cereales; la “pampa gringa” aparece despoblada de ganado a campo y la vera de las rutas está jalonada de avisos de empresas industriales que ofrecen insumos para el agro. A menudo vemos sofisticadas máquinas agrícolas desplazándose a lo largo del país, precedidas por las infaltables camionetas 4x4 (que seguramente usan, en forma parcial, combustibles vegetales), en las que no faltan celulares de alta tecnología, GPS y otros equipos de última generación. Inmensas fábricas de molienda y/o almacenamiento son comunes en distintos lugares del país, pero tienen una marcada concentración en unos pocos corredores portuarios, donde una aceitada logística canaliza las producciones locales de semielaborados hacia el exterior. Globalmente, medio siglo atrás “lo pecuario” duplicaba en valor a “lo agrícola”, mientras que las denominadas economías regionales competían con los cultivos pampeanos. Este “paisaje de la modernidad rural” contrasta, duramente, en algunas regiones, con la pobreza rural o el hacinamiento suburbano de las ciudades enclavadas en las regiones agrícolas. Fenómenos de tal magnitud y complejidad escapan a las interpretaciones simples y a las soluciones mágicas.

Todo hace pensar que algo sustantivo cambió en aquello que otrora se denominaba “el campo”. Viejas preguntas –sobre la renta, la dupla producción-innovaciones, la concentración, el empleo y la capacidad del sector para “derramar” desarrollo– quizás tengan respuestas distintas en vistas a la nueva situación socio-productiva. Recorramos brevemente estos cambios teniendo
in mente que quizás sea necesario no solo analizar esta nueva realidad sin preconceptos, sino también hacerlo usando nuevas categorías analíticas.

en tiempo pasado El punto de partida, hasta hace unas décadas, era una estructura productiva que dividía el uso de la tierra entre el agro tradicional (trigo, maíz, sorgo, lino y otros cultivos) en la denominada “región pampeana” y la ganadería, en el marco de un esquema de rotación plurianual. La ganadería, localizada parcialmente también en dicha área, estaba segmentada entre criadores –etapa inicial– e invernadores –engorde– de centenarias razas definidas por la alimentación pastoril. A su vez, la lechería también trabajaba preponderantemente sobre la base de pasturas naturales y completaba la trilogía de actividades núcleo de la zona pampeana. Desde una perspectiva microeconómica, en el modelo predominante, los productores (“chacareros”) operaban con una alta integración vertical de las actividades (tierras y equipos propios, semillas de autorreproducción, escaso uso de biocidas y fertilizantes, y fuerte presencia de mano de obra familiar); como tal, su contribución –vía multiplicador de gasto y/o inversión– al resto de la economía resultaba acotada. La mano de obra era inicial y centralmente la familia afincada en el lugar. El campo –como unidad productiva– era lo que quedaba confinado por el alambrado; ser del campo era vivir en el campo y unir el lapso de producción a las vicisitudes climáticas y los ciclos biológicos de plantas y animales. La fase siguiente era el desarrollo de las primeras etapas industriales –especialmente frigoríficos, usinas lácteas, molinería (en maíz y trigo)–, parte de la cual se orientaba a la exportación y el resto, al abastecimiento interno de las posteriores industrializaciones. Los alimentos finales eran producidos por una multiplicidad de empresas locales (unas pocas de gran tamaño y larga data) y algunas cooperativas y subsidiarias de multinacionales. El panorama se completaba con las denominadas “economías regionales”. Ubicadas en zonas particulares, su desarrollo se orientaba casi exclusivamente al mercado interno, con industrialización “en origen” e indudable impacto regional en términos de producción y empleo. Convivían empresas grandes con una multiplicidad de PyMES, pero siempre con un fuerte arraigo local.

Este perfil de “agro” fue abordado tradicionalmente a partir del concepto de sector, en el que la base era el agricultor y su activo crítico, la tierra (a la que se accedía a través de la propiedad y/o el alquiler). Los análisis tradicionales versaban sobre los problemas de la concentración de la propiedad de la tierra, dado que esta era el factor excluyente, sobre la relación entre tamaño de las explotaciones y productividad y sobre la existencia de rentas asociadas a la calidad diferencial de los suelos (los precios de los granos estaban determinados por las calidades marginales de la tierra, lo que otorgaba una renta extraordinaria a las parcelas más fértiles ubicadas en el denominado “cordón maicero”). En este contexto existían regulaciones generales (a través de medidas de corte macroeconómico) y específicas por actividades (el caso paradigmático fueron las Juntas Reguladoras) tendientes a establecer diversos equilibrios (entre la producción y la comercialización; entre la producción y la industria; entre la industria y el consumo; entre el consumo local y los mercados externos) o a impulsar determinadas actividades. Agro era sinónimo exclusivo de alimento, a la vez que la seguridad alimentaria aparecía como un tema ineludible de las agendas públicas. En contrapartida, el comercio internacional estaba centrado en materias primas y sujeto a fuertes restricciones y a sus consecuentes acuerdos bi y multilaterales.

los años recientes A lo largo de los últimos veinte años, en el plano local, la actividad en su conjunto cambió significativamente su estructura y funcionamiento, en el marco de un complejo e inconcluso proceso (donde conviven –en declinación– los perfiles antes mencionados con nuevas –y ascendentes– formas de organización).

En el ámbito internacional, el comercio creció aceleradamente sobre la base del intercambio de alimentos, pero también por el uso de los granos y aceites para biocombustibles (y en menor medida para insumos industriales). Rápidamente el agro se transformó en sinónimo de alimentos, biocombustibles e insumos industriales. Emulando experiencias industriales, el intercambio se volvió fuertemente interdependiente, a punto tal que comenzaron a estructurase cadenas de valor globales con múltiples localizaciones de abastecimientos y diversos grados de manufacturación. En la actualidad, alrededor del 50% del intercambio mundial corresponde a productos alimenticios terminados, mientras que los semielaborados y la materia prima (granos, animales en pie) cubren, con porcentajes similares, la mitad restante. Tales cambios no fueron neutros para la Argentina.

Mientr
as que a mediados de los ochenta, la producción de cereales y granos se hallaba en torno a los 25 millones de toneladas, los últimos registros la acercan a los 100 millones; la producción de lácteos, que oscilaba entre 4 y 5 mil millones de litros anuales, se duplicó para estar actualmente entre los 10 y 11 mil millones de litros anuales; en carnes, aun destinando entre 7 y 8 millones de hectáreas menos, el stock creció entre 2003 y 2008 para luego declinar, pero manteniendo una producción anual de alrededor de 3 millones. Carne de pollo, frutas, vinos y limones son otras actividades que también exhiben modificaciones sustantivas en sus registros. Es decir, las actividades relacionadas con “lo biológico” se tornaron sumamente dinámicas. Una parte (menor) de tal dinamismo se asocia a la expansión de la frontera cultivable, mientras que el grueso responde a mejoras tecnológicas y organizacionales. Las mejoras tecnológicas quedan reflejadas en los mejores rendimientos de los principales cultivos (por ejemplo, los rendimientos promedio del maíz crecieron poco más del 90% entre inicios de los años ochenta y la actualidad; los de soja un 30% y los de trigo, poco menos del 35%).

Las mayores producciones van acompañadas de cambios en el uso de la tierra: en los ochenta, agricultura y ganadería se complementaban y compartían por partes iguales el valor bruto de producción; en los últimos años, la agricultura –explica dos tercios de la producción– compite abiertamente con las producciones ganaderas. El contenido mismo del vocablo agropecuario está siendo puesto en duda, para dar lugar a la separación entre agrario y pecuario. Al mismo tiempo, en el interior de la agricultura, las producciones de oleaginosas –especialmente la de soja– han ganado en relevancia hasta cubrir poco más del 50% del tonelaje cosechado; cultivos otrora tradicionales como el lino y/o el sorgo han quedado relegados, mientras que el maíz (crecientemente reposicionado como materia prima industrial) y el trigo evidencian niveles productivos similares. Otras actividades como la vitivinicultura, los limones y las frutas (peras y manzanas) también han ganado relevancia en los complejos productivos. Así, el dinamismo agrícola, especialmente el oleaginoso, fue captando superficies tanto de la ganadería y la lechería en la región pampeana como de las economías regionales: diversas estimaciones señalan que la agricultura absorbió entre 7 y 9 millones de hectáreas adicionales en poco más de una década.

Desde el punto de vista organizacional, diversos cambios estructurales llevaron al surgimiento y predominio de un modelo caracterizado por la organización en red. En una descripción estilizada y reduccionista, este modelo de organización de la producción tiene tres pilares básicos:
a) quien lleva adelante las actividades agrícolas ya no es, necesariamente, quien posee la propiedad de la tierra (terratenientes); existen empresas que coordinan capital financiero, deciden las actividades a desarrollar y contratan tierras y servicios para llevarlas a cabo (las empresas de producción agropecuaria);
b) se profundiza la tercerización de las actividades de la otrora explotación agropecuaria y cobran mayor presencia los proveedores de servicios (los contratistas);
c) los proveedores de insumos industriales ocupan el centro del armado de la función de producción del agro (desde las semillas transgénicas a los herbicidas pasando por la fertilización masiva).
A partir de esta estructura, los intercambios (productivos, comerciales, tecnológicos) se sustentan mayormente en contratos –de arrendamiento, temporarios para la realización de actividades–, a la vez que la tecnología gana relevancia como sustento de la competitividad; buena parte de las innovaciones provienen de la industria y de los servicios.

La producción agraria ha ido ampliando así la cantidad de sectores involucrados y el número de empresas que, de manera directa o indirecta, aportan al negocio. A medida que se consolida este modo de organización, se desdibuja la figura del chacarero/agricultor y se la reemplaza por un conjunto de empresas –calificadas como primarias, industriales y de servicios– que en un “espacio rural ampliado” coordinan sus actividades.

¿qué es ser del campo hoy?Frente a esta estructura productiva, conviene revisar algunos conceptos. Comencemos con dos preguntas centrales: ¿qué significa “ser del campo”? y ¿cuál es el espacio de producción? Indudablemente, el lugar físico donde se desarrolla la producción sigue siendo la tierra, pero ahora, quien motoriza la actividad –la empresa de producción agropecuaria– no es habitualmente (y en su totalidad) su dueño ni tampoco quien vive in situ; por lo general, quienes manejan estos emprendimientos viven en alguna ciudad mediana o pueblo, desde donde viajan a las distintas localizaciones en las que cultivan. Los proveedores de servicios (que antes estaban en la chacra y formaban parte de la “agricultura familiar”) tampoco viven en el campo. Los centros de servicios (proveedores de insumos), los silos fijos y las empresas de acondicionamiento y calificación de granos, como asimismo el transporte, necesariamente se ubican cerca de las explotaciones, pero no dentro de ellas. La empresa de producción agropecuaria, en su intento de reducir riesgos, siembra en distintas regiones, lo que implica que el campo tradicional se relocalizó en otros espacios. Hoy se puede producir en un lugar y usar contratistas que compran los insumos en otro muy alejado; de esta forma la acumulación y posterior inversión se desdobla entre el espacio donde se produce y aquel donde se consume/invierte. Sin embargo, aun en este proceso, las empresas de las distintas actividades –de producción, prestadoras de servicios u oferentes de insumos– tienen un sentido de pertenencia “al campo” dadas las interrelaciones de sus actividades. “Ser del campo” hoy es estar involucrado en el negocio del campo en sus muy diversas y complejas subactividades. Como dijimos, esta nueva realidad conduce a adoptar un enfoque de red (en lugar de sector) para el análisis de su complejidad, ya que el agricultor tradicional ha sido reemplazado por múltiples formatos empresarios, que, más allá de sus rivalidades comerciales, se ven entrelazados por el interés común de una mayor renta y producción agregada.

Nuevas tecnologías (como el uso de las semillas transgénicas y la siembra directa), formas distintas de organización, modificaciones en los marcos regulatorios, clima de negocios y evoluciones previas, fueron concomitantes con cambios en el perfil de los agentes económicos en los agronegocios. Empresas agropecuarias nuevas (sin necesidad de poseer tierras), prestadores de servicios agropecuarios (contratistas), proveedores de insumos agropecuarios pero de origen industrial (oferentes de agroquímicos y semillas derivados de antiguas empresas químicas y/o farmacéuticas), compañías multinacionales alimentarias integradas a sus redes globales, firmas prestadoras de servicios de logística y transporte y (el renovado peso de) la gran comercialización masiva son, entre otros, conjuntos empresarios relevantes en esta nueva conformación de la actividad. En otros términos, “nuevos” y/o aggiornados segmentos empresariales interactúan en el reparto de la (creciente) renta generada.
se desdibuja la figura del chacarero/agricultor y se la reemplaza por un conjunto de empresas –calificadas como primarias, industriales y de servicios– que en un “espacio rural ampliado” coordinan sus actividades.
La forma reticular de organización, la presencia masiva de nuevos vínculos, el peso de las innovaciones y la multiplicidad de perfiles de agentes económicos conduce necesariamente a repensar la relación existente entre concentración y reparto de la renta. Sobre el primero de los conceptos, la relevancia de los activos intangibles (desde el conocimiento operativo de las diversas y complejas actividades agrícolas y pecuarias hasta las bases científicas de los comportamientos de plantas y animales) amplía y resignifica las categorías tradicionales (tierra, capital, trabajo); en el análisis se vuelve tan importante el tema de la concentración de la tierra como el de los conocimientos (sean estos incorporados en máquinas, semillas o animales) o el de las formas de aprovisionamiento de insumos (semillas, fertilizantes, herbicidas, etc.). En otro orden, más que la concentración de los diversos elementos que intervienen funcionalmente en el proceso interesa su acceso (mediante mercados competitivos) y la (eventual) existencia de barreras al ingreso. Acerca de la renta, el reciente dinamismo de los precios internacionales replantea la discusión: al tradicional argumento de las rentas generadas por la ampliación de las fronteras hacia zonas de menor calidad se le suman los “efectos tecnológicos”. En ese sentido, las expansiones responden no solo a la disponibilidad de tierras marginales, sino a su posible incorporación comercial de forma exitosa a partir de la incorporación de (sofisticadas) innovaciones; semillas modificadas genéticamente, nuevos procedimientos de cultivos, uso de herbicidas combinados y dosificación cada vez más precisa de fertilizantes son ejemplos de tecnologías que, permiten expandir la frontera productiva y a la vez “demandan” parte de la renta que generan (más allá de las preexistentes en la naturaleza); si a ello le sumamos la profusión de nuevos agentes que operan en la red y las asimetrías existentes en la generación y difusión de conocimiento todo lleva a concluir que el reparto de la renta opera con un modelo mucho más complejo que antaño.

En síntesis, un intento de comprender el presente para proyectar un futuro con mayores aportes de esta actividad al desarrollo inclusivo amerita una desapasionada lectura, la revisión de añejas –pero no por ello menos relevantes– preguntas y el uso –en sus respuestas– de nuevas miradas sobre una realidad que ha ganado en complejidad y riqueza analítica.
Publicada en TODAVÍA Nº 25. Mayo de 2011

El público y la divulgación científica:
Del modelo de déficit a la toma de decisiones
Ana María Vara
Centro de Estudios de Historia de la Ciencia José Babini
Escuela de Humanidades - UNSAM
E-mail: amvara@unsam.edu.ar
"The public and science popularization. From the deficit model to decision-taking".
El británico John Durant encuentra tres razones que justifican, a su juicio, una legítima preocupación por la comunicación pública de la ciencia, todas vinculadas a lo que podría llamarse el interés del público general, también llamado público lego: 1 un argumento cultural, uno práctico y
uno político.
En cuanto al argumento cultural, sostiene Durant, la ciencia es una adquisición primaria de la civilización occidental moderna, el mayor logro de nuestra cultura. No será la calidad de nuestra música, ni de nuestras artes plásticas, ni de nuestra literatura lo que dará trascendencia a nuestra época, sostiene:
“Cuando todo lo demás sea cenizas, pienso que seremos recordados por los extraordinarios avances que hemos hecho en nuestra comprensión del universo y del lugar de la humanidad en él.” 2 Ésta es la primera razón por la cual el público general merece conocer esta actividad intelectual característica de nuestra época: “Porque agrega una dimensión extra a nuestra experiencia cotidiana, y provee visiones profundas sobre la condición humana.” 3 El segundo argumento que presenta Durant es de tipo práctico. El británico destaca que la ciencia representa también aquello que “más críticamente influye sobre la manera en que nuestra
cultura funciona”.4 Para este autor es suficiente pensar en las tecnologías que surgen de la investigación científica y que continuamente transforman la agricultura, la industria y la medicina: el público —entendido aquí como consumidores— puede beneficiarse al recibir información científicotecnológica a partir de la cual tomar decisiones informadas.
Finalmente, Durant habla de una razón política al señalar que la calidad de una democracia depende de una adecuada comprensión por parte del público —entendido aquí como ciudadanos— de los problemas a resolver, entre ellos los relativos a cuestiones científicas y tecnológicas.
ISSN 1666-7948
www.quimicaviva.qb.fcen.uba.ar
Revista QuímicaViva
Número 2, año 6, agosto 2007
quimicaviva@qb.fcen.uba.ar
Revista QuímicaViva - Número 2, año 6, agosto 2007- quimicaviva@qb.fcen.uba.ar
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Si bien este último punto presenta algunos inconvenientes —la omnicomprensión del panorama científico “es y seguirá siendo pura fantasía”, aún para los expertos—, Durant plantea que en cambio es posible un nivel de familiaridad suficiente para comprender cuáles son las discusiones entre expertos. Y alerta sobre las consecuencias de la falta de un adecuado conocimiento de la ciencia por parte del público: “La democracia es siempre difícil, pero sin un nivel mínimo de comprensión pública de la ciencia, debemos cuestionarnos si ésta es siquiera posible.” 5 Sin embargo, a pesar de estos argumentos fundamentales —vitales, diría— que justifican los esfuerzos por comunicar la ciencia, y que explican las razones por las que el público debería
interesarse y estar informado sobre temas de ciencia, las encuestas de conocimiento muestran la baja comprensión de distintos aspectos científicos por parte del público.6 Aspecto que no mejora aún tras intensos esfuerzos de divulgación. Por ejemplo, tras más de diez años de importantes programas para incrementar la alfabetización científica —scientific literacy— en Gran Bretaña, la comparación entre una encuesta de 1988 y otra de 1996 mostró que ¡la única diferencia apreciable en el aumento del conocimiento científico del público fue el mayor reconocimiento de la sigla “ADN”! 7 Si hay razones tan importantes para saber, ¿por qué el público a veces parece tan desinteresado por saber, o no tiene en cuenta ni retiene la información científica que se le intenta transmitir?
Razones del desinterés... y del interés
En un artícul o publicado en 1999, Edna Einsiedel y Bruce Thorne revisaron estudios empíricos sobre intentos de transmisión del conocimiento científico al público general e identificaron diferentes actitudes frente al conocimiento por parte de diversos públicos. En síntesis, su revisión contradice la noción de que el público es pasivo o abúlico —o meramente receptivo— frente a las actividades de divulgación del conocimiento científico. Hablan de diversos públicos en diversos contextos. Demuestran que el desinterés y la ignorancia pueden ser actitudes activas y razonadas, de la misma manera que muestran que el público, cuando quiere o necesita acceder a determinado conocimiento científico es muy activo en su búsqueda.
Entonces, Einsidel y Thorne describen ocho posibles actitudes frente al conocimiento científico, que caracterizan a partir de una afirmación. 8 Creo que cualquier trabajo posterior puede encuadrarse en alguna de esas caracterizaciones, por lo que su revisión, a pesar de tener algunos años, sigue teniendo vigencia. Vemos que cinco de estas afirmaciones suponen una actitud de desinterés o resistencia, dos de búsqueda activa, y una de desconfiada indiferencia —respuesta a la negación por transmitir conocimiento de parte de quienes lo tienen:
1. No sé nada sobre X; dejaré que los expertos me digan lo que necesito saber.
Einsidel y Thorne citan los clásicos trabajos de Brian Wynne sobre trabajadores de la planta de reprocesamiento de combustible nuclear de Sellafield en Inglaterra como un caso en que personas que podrían/deberían tener interés por saber más sobre física atómica —la distinción entre rayos alfa, beta y gamma— no lo tienen.9 Las razones identificadas por Wynne tienen que ver con la
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confianza en la institución y la división de tareas: cada cual hace lo suyo y demuestra confiar en lo
que hacen los demás; el conocimiento ya está “encapsulado” en los procedimientos. Esto tiene que
ver con la cohesión social, también. O sea que es para los trabajadores de esta planta —y, de
alguna manera, para el funcionamiento de esta planta— es socialmente útil no saber.
2. No sé mucho sobre X; eso está bien porque no es algo importante o relevante para
mí. En este caso, Einsidel y Thorne no citan trabajos publicados. Simplemente aluden a la
multiplicación de información disponible y aducen que todos decidimos no saber más en algún
momento sobre algún tema, por razones de “economía mental, interés o utilidad”. Citan como
ejemplo la información sobre países remotos.
3. No sé mucho sobre X; y no quiero saber más. Se trata aquí de una resistencia activa
a recibir nueva información. Einsidel y Thorne mencionan los trabajos de Mike Michael sobre cómo
personas comunes hablan de ciencia.10 Por ejemplo, Michael notó que el público podía mostrar
desinterés acerca de la información sobre radiación porque sentían que esa información formaba
parte de un esfuerzo por “venderles” la tecnología nuclear. En otros casos, sostienen Einsidel y
Thorne, la información puede ser una carga: saber, por ejemplo, que uno tiene una importante
predisposición genética a desarrollar una enfermedad que puede o no tener tratamiento: para
algunos, quizás es mejor saber; para otros, no. En cualquier caso, además, ese nuevo
conocimiento dispara otras preguntas, y otras preocupaciones: ¿corresponde compartir esa
información con personas emparentadas, que podrían también tener esa predisposición? ¿Con
una nueva pareja? ¿Se debe comunicar a la medicina prepaga o en un examen preocupacional?
¿Es deseable que figure en nuestra historia clínica? 11
4. No sé mucho sobre X; sobre eso nadie sabe mucho (o nada definitivo), y no hay
mucho que podamos hacer. Einsidel y Thorne mencionan en este caso trabajos sobre riesgo
epidemiológico o riesgo ecológico, por ejemplo, el de Taubes. 12 En muchas controversias
ambientales, por ejemplo, se debate si determinada instalación o contaminante es el causante o no
de presuntos aumentos de casos de ciertas enfermedades. Tan álgida pueda ser la discusión que
se ha llegado a hablar de “epidemiología de legos”, para referirse a la observación de poblaciones
movilizadas en relación con este problema. Determinar qué problemas de salud deben
contabilizarse, de qué manera detectarlos y caracterizarlos, contra qué cifras compararlos son
cuestiones muy debatibles. Sylvia Noble Tesh cree que de esta problemática podría derivar una
nueva manera de pensar la ciencia, que incorpore la sensibilidad ambiental que parece estar tan
extendida en nuestra cultura. 13 A mí me parece revelador, en este sentido, el boom de la
información sobre alimentación que se vio en los medios en la década del 90. Con alimentos como
las grasas, las pastas o el café, por ejemplo, se dio información que los condenaba, los exculpaba,
los ensalzaba, los volvía a condenar, de acuerdo a cómo se iban difundiendo las investigaciones —
en general, puntuales— sobre su posible influencia en determinadas enfermedades. En esto —
como en muchos otros casos— tenemos alguna responsabilidad los periodistas, convirtiendo en
noticia investigaciones que, en realidad, son de alcance limitado. Pero no sólo nosotros: las
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oficinas de prensa de las revistas científicas o de las instituciones científicas, que amplifican
novedades puntuales con fines de promoción, también contribuyen a la confusión. También es
cierto que el propio proceso de autocorrección de la ciencia hace inevitable esta situación: lo que
se sabe hoy que las grasas trans es diferente de lo que se sabía hace cinco años, y por eso las
recomendaciones dietarias han cambiado.
5. No sé mucho sobre X, y no puedo acceder a la información, de manera que
realmente no puedo saber más hasta que la información sea más accesible. Einsidel y Thorne
mencionan los casos en que los gobiernos o las empresas no dan a conocer o niegan la
información; puede ser por razones de seguridad, o de derechos de propiedad intelectual, por
ejemplo. Es decir, casos en que el público no puede acceder al conocimiento científico porque
otros se lo impiden. Un ejemplo argentino: la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el
plan secreto para lograr el enriquecimiento de uranio durante la dictadura militar. Aunque se lo
estaba haciendo con fines pacíficos, ni los propios científicos de CNEA que no estaban en el
proyecto conocían su existencia —incluso, hubo quienes contribuyeron al mismo sin conocer su
objetivo, y que se enteraron cuando la información se hizo pública, en noviembre de 1983. 14
Einsidel y Thorne analizan también tres casos de búsqueda activa de conocimiento:
1. No sé mucho sobre X y quiero (o necesito) saber más, así que voy a buscar
información para saber más. Éste es un caso cada vez más común, al que contribuyen bastante
las ONG, en particular —pero no solamente— las ambientalistas. Se trata de legos que busca
activamente conocimiento; no esperan a que se lo lleven. Sin embargo, hay quienes se ponen
nerviosos con esto, porque tienen miedo de no poder controlar las conclusiones —y las acciones—
de la gente. Einsidel y Thorne mencionan los casos en que personas que estaban expuestas a un
contaminante toman conciencia de ese peligro. Es el caso de la película Erin Brokovich, con Julia
Roberts, pero también el caso de los vecinos del CEAMSE, o de Dock Sud, entre muchos otros, o
el reclamo por los transformadores, que contó Telenoche investiga. También es el caso de la
movilización de la población de ciudades de Entre Ríos, especialmente de Gualeguaychú, contra la
instalación de las pasteras de las empresas ENCE y Botnia (aunque ahora sólo queda Botnia) en
la ciudad uruguaya de Fray Bentos: los asambleístas hablan de dioxinas, furanos, daños
hepatorrenales como verdaderos expertos. Aunque la disputa no se limita a cuestiones técnicocientíficas,
los argumentos de este tipo son importantes. 15 Es que, como señala Noble Tesh, en las
controversias ambientales suele haber expertos en las dos trincheras. 16
2. No sé mucho sobre X, pero mis amigos y mi familia saben bastante sobre eso; yo
debería informarme, o me voy a quedar afuera. Einsidel y Thorne mencionan aquí estudios que
hablan de que, en general, tratamos de ajustar nuestra opinión a la de la mayoría, para no
sentirnos excluidos, como la noción de “espiral del silencio” de Noelle-Neumann. 17 También
comentan que nos gusta saber de qué están hablando todos. Esto es interesante: un tema de
ciencia puede convertirse en un tema de conversación cotidiano si llega a l a tapa de los diarios o al
noticiero de la noche. O —mejor todavía— si llega a un programa en el horario principal y alto
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rating. O: cuando empieza a “rebotar” en distintos medios, incluso en la publicidad: eso es el efecto
de agenda setting. Esto lo saben bien los activistas del sida: recuerdo a uno de ellos tirando en la
mesa del programa de Mariano Grondona una cantidad de preservativos: eso tuvo impacto, de eso
había que hablar. Y para hablar, hay que informarse, aunque sea un poquito. Es decir, en este
caso, tenemos una primera etapa pasiva: le imponen al público el tema (por eso, agenda setting ).
Pero la segunda parte es activa: el público busca el conocimiento.
3. No sé mucho sobre X y no tengo la capacidad que se necesita para saber más; por
lo tanto, no puedo averiguar más hasta que tenga esa capacidad. Einsidel y Thorne mencionan
los trabajos de Epstein sobre los activistas contra el sida en los EEUU, que presionaron al gobierno
norteamericano para que invirtiera más dinero en investigación, y hasta aprendieron el vocabulario
técnico —la quintaesencia de lo difícil, para la divulgación— para que sus argumentos fueran
respetados y escuchados por los propios científicos. 18 De hecho, sus propuestas para que las
drogas contra el HIV estuvieran disponibles más rápidamente motivaron cambios en los
procedimientos de aprobación por parte de la “Food and Drug Administration” —claro que los
mismos estaban en sintonía con los intereses de las farmacéuticas, razón por la cual a la fecha
están en activa discusión. 19
Las raíces del malentendido
¿Por qué, pese a lo que nos muestran los trabajos reseñados por Einsidel y Thorne, se
sigue muchas veces pensando en un público desinteresado, ignorante, abúlico frente al
conocimiento? Sucede que, detrás de la idea que muchos científicos, divulgadores y periodistas
científicos, entre otros, tienen del público está lo que Stephen Hilgartner denomina “la visión
dominante de la divulgación” —the dominant view of popularization. Su trabajo es, a la vez, una
descripción y un alerta, ya que describe un modelo en el que el público es mero receptor pasivo de
una información necesariamente simplificada por un mediador:
La visión de la divulgación de la ciencia que domina en nuestra cultura se basa en una
noción idealizada de un conocimiento científico puro y genuino con el que se compara la
ciencia que se divulga. Esto supone un modelo en dos etapas: en primer lugar, los
científicos desarrollan un conocimiento científico genuino; en segundo lugar, los
divulgadores transmiten al público una versión simplificada. Además, esta visión implica
que cualquier diferencia entre la ciencia genuina y la divulgada debe ser causada por una
“distorsión” o “degradación” de las verdades originales. De esta manera, la divulgación es,
en el mejor de los casos, una “apropiada simplificación” —una actividad educativa
necesaria (aunque de bajo status), que consiste en simplificar la ciencia para hacerla
accesible a los no especialistas. Y en el peor de los casos, la divulgación es
“contaminación”, la “distorsión” de la ciencia por parte de personas ajenas a la actividad
científica como periodistas, o por un público que no comprende la mayor parte de lo que
lee. 20
En sus conclusiones, Hilgartner menciona dos importantes consecuencias de esta visión
dominante de la divulgación. En primer lugar, coloca a los científicos en una posición privilegiada
en relación con los periodistas, los técnicos, los historiadores y sociólogos de la ciencia, y por
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encima del público. Así, los científicos están en condiciones de controlar lo que se dice de ellos en
la esfera pública. Algo que no pueden hacer los políticos, los deportistas, los maestros, la policía,
las Fuerzas Armadas, la Iglesia, por hablar de otros actores públicos. Por eso, Hilgartner propone a
los estudiosos de la comunicación pública de la ciencia que desarrollen nuevos modelos para
describir cómo se difunde el conocimiento. Así, sostiene:
Modelos más adecuados para dar cuenta de cómo se difunde el conocimiento científico
deben tomar en cuenta explícitamente el hecho de que la visión dominante tiene usos
políticos. Ésta provee un repertorio de recursos conceptuales y retóricos para interpretar la
ciencia para personas ajenas a la actividad científica, y sus ambigüedades hacen posible
que los expertos dibujen y desdibujen las fronteras de acuerdo a sus estrategias.” 21
Esencialmente, la “visión dominante de la divulgación” que describe Hilgartner es
subsidiaria de un “modelo de déficit” del público, que el británico Steve Miller describe como “un
modelo de comunicación en un sentido único, de arriba hacia abajo en el que los científicos —con
toda la información necesaria— llenan el vacío de conocimiento de un público general que es
científicamente analfabeto.” 22 Es decir: los científicos saben, el público no sabe, y los divulgadores
y periodistas científicos son los imprescindibles intermediarios que deben traducir lo que los
científicos (sabios) dicen para que el público (ignorante) aprenda.
En esta visión, entonces, “comprensión” y “valoración” son dos actitudes correlativas: el
público debe “comprender” para aprender a “valorar”. Sin embargo, años de encuestas en Europa
y los Estados Unidos, muestran que no necesariamente un público más informado es un público
que apoye más a la ciencia. Quizás uno de los ejemplos privilegiados de esto lo constituye el caso
de la oposición a los transgénicos en Europa: franceses y británicos, por ejemplo, tuvieron una
actitud negativa más tempranamente que españoles o portugueses, aunque su nivel de
conocimientos de ciencia era superior.23
¿De dónde viene esta confusión, que aún persiste? Creo que los periodistas científicos
tienen —tenemos— responsabilidad en esto. Mi hipótesis es que “la visión dominante de la
divulgación” y el correlativo “modelo de déficit” han sido funcionales para la profesionalización del
periodismo científico en la Argentina, como antes lo había sido para la profesionalización del
periodismo científico en los Estados Unidos.
Es importante definir a qué me refiero al hablar de profesionalización. En principio, digamos
que la profesionalización es la consecuencia del progreso del conocimiento, como explica Kultgen:
“Con la revolución científica, tecnológica e industrial, este proceso se aceleró exponencialmente.” 24
Es, entonces, una característica de la sociedad contemporánea. Pero la mera acumulación de
conocimiento y la progresiva especialización no son suficientes para crear una nueva profesión: se
necesitan actores con ambiciones de reconocimiento social. Como Kultgen sostiene,
[La profesionalizac ión], a la vez, es reforzada y refuerza la movilidad social de individuos y
ocupaciones, y de los individuos a través de sus ocupaciones. Los hijos pueden alcanzar
mejores posiciones socio-económicas que sus padres al alcanzar ocupaciones más
prestigiosas, y las ocupaciones pueden mejorar el status de sus miembros al ocupar
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posiciones más elevadas en la jerarquía ocupacional. Es por esto que muchas personas en
la modernidad están interesadas e involucradas en la profesionalización. El interés
personal y la lealtad al grupo conspiran para generar una fuerte presión hacia la
profesionalización, y para impulsar fuertemente el proyecto profesional. 25
En forma más resumida, Selander define profesionalización como “la aspiración que un
grupo ocupacional tiene para alcanzar ventajas sociales y prerrogativas de interpretación
exclusivas dentro de su particular campo de conocimiento y práctica.” 26 Y Beckman sostiene que la
estrategia privilegiada en la búsqueda de la profesionalización es el desarrollo de capacidades
especiales y de credenciales para adquirir un lugar de autoridad experta, que provea a los
practicantes de determinada ocupación de autonomía y reconocimiento social. 27
Los trabajos de Bruce Lewenstein 28 y Dorothy Nelkin 29 sobre la historia del periodismo
científico norteamericano muestran que los esfuerzos sistemáticos de profesionalización de esta
especialización en el siglo XX se basaron en un acercamiento a la comunidad científica para ganar,
a la vez, el prestigio asociado a la ciencia y el apoyo de los científicos. Un momento clave es la
creación, en 1921, de un servicio de noticias denominado Science Service, creado por Edwin W.
Scripps, fundador de 30 diarios, iniciativa en la que colaboraron la American Association for the
Advancement of Science (AAAS), la National Academy of Sciences y el National Research
Council. Tuvo tanto impacto, que ya a comienzo de la década del 30 había en los principales
diarios norteamericanos posiciones de periodistas científicos: había trabajo para periodistas
científicos profesionales. Así se creó la National Science Writers Association en 1934 que,
significativamente, hace sus congresos anuales junto a los de la AAAS.
De esta manera, los periodistas científicos norteamericanos conquistaron un lugar
específico frente a otras formas de periodismo, y lograron el acceso a las fuentes científicas. En
este sentido, se trató de una estrategia para lograr reconocimiento y autonomía casi inmediatos.
Pero, a la vez, quedaron muy próximos al sistema científico, lo que iba a comprometer su
autonomía futura. E iba a contribuir a consolidar, como dije, “la visión dominante de la divulgación”,
que describe Hilgartner. Algo similar puede decirse que pasó con el periodismo científico en la
Argentina desde la década del 80, cuando se profesionalizó la actividad, y comenzó a haber
profesionales de la comunicación que se llaman a sí mismos “periodistas científicos”. De este
origen podría derivarse una actitud “de protección” de los periodistas científicos hacia la ciencia
local que comentamos en un trabajo previo. 30 Puede ser interesante seguir investigando.
Del déficit, al diálogo, a la toma de decisiones
En febrero de 2001, David Dickson —editor de la revista Nature y co-fundador del portal
SciDev.net, un website con información— presentó tres modelos de comunicación pública de la
ciencia.31
-En primer lugar, describió el “modelo de déficit”, ya comentado, porque es correlativo de
“la visión dominante de la divulgación”.
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-En segundo lugar, habló del “modelo de diálogo”, que describe como aquél en el que “se
pide a los científicos que escuchen y respondan a las preocupaciones del público”. Esta visión
implica que los científicos —por lo menos, los que tienen que ver con temas de interés público—
“aprendan el lenguaje del público general, en el que estas preocupaciones son formuladas”. En
cuanto al periodismo científico, este modelo lo estimula para que sea más pluralista en el manejo
de sus fuentes, que incluya más actores en sus notas, no meramente los científicos, sino también
otros sectores de la sociedad que tienen algo que decir: los vecinos de un lugar contaminado, los
productores agrícolas, los trabajadores de una planta eléctrica.
-En tercer lugar, se detuvo a considerar el “modelo de dar poder”: 32 que el público, los
ciudadanos, puedan participar de las decisiones públicas sobre la ciencia. En este modelo el
público debe disponer de información que implique “una completa conciencia acerca del modo en
que el conocimiento científico es producido y aplicado, de manera que puedan tomar o apoyar
decisiones correctamente informadas —no decisiones basadas en las descripciones que les
quieren dar aquellos que son formalmente responsables de tomar estas decisiones”.
Tomar el poder
El tercer modelo que propone Dickson parece difícil de implementar. Sin embargo, sin que
nadie en particular se lo propusiera, esto es lo que ha pasado con uno de los temas más
controvertidos e interesantes de la actualidad: el de los transgénicos, que he analizado en un
trabajo reciente. En particular, algo que nos toca muy de cerca: la rápida, controvertida adopción
que hizo la Argentina de la soja transgénica, y nuestra posición en el mercado mundial de la soja. 33
La soja representa alrededor del 50 por ciento de la producción agrícola argentina y un
porcentaje sustancial de las exportaciones. Casi la totalidad de la soja que se produce es
transgénica: ha sido genéticamente modificada para ser tolerante a un herbicida de amplio
espectro y baja toxicidad, el glifosato —cuyo nombre comercial original es Roundup Ready, por
eso se la denomina soja RR. La introducción de esta soja ha permitido abandonar el arado
convencional, y reemplazarlo por la siembra directa, que protege los suelos. Pero también ha
permitido intensificar la agricultura, contribuyendo a hacer avanzar peligrosamente la frontera
agrícola.
Los transgénicos, por variadas razones que hemos comentado brevemente en un artículo
en Química Viva, 34 son muy resistidos en distintas partes del mundo. En particular, en Europa. Los
consumidores europeos se niegan a comer alimentos transgénicos, pese a que los organismos
regulatorios europeos han aprobado una variedad de ellos porque consideraron que son
perfectamente saludables, que no tienen diferencia sustancial con la soja convencional —entre
ellos, la soja RR. La soja que vendemos a Europa es usada como forraje: no va a la industria
alimentaria, no llega a la mesa. Es decir, los consumidores presionaron a los dueños de
supermercados y cadenas de distribución para que eliminaran todos los transgénicos —entre ellos,
la soja— en la elaboración de alimentos. No quisieron asumir el riesgo —grande o pequeño— de
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incorporar a su dieta un alimento nuevo. Con su “no” pasaron por sobre las autoridades
regulatorias de sus países, que habían dicho “sí”.
A fines de la década del 90 y comienzos del 2000, había en la Argentina mucha
preocupación por este rechazo de los consumidores europeos, que ya se reflejaba en la legislación
europea, y que tenía visos de seguir avanzando. Ese el año 2001, dos expertos de Canciller ía
hicieron un estudio sobre el mercado mundial de la soja.35 Se temía que el rechazo de Europa a la
soja transgénica hiciera que ésta tuviera un precio menor que la convencional, que fuera
considerada un producto de segunda categoría. Entre muchos aspectos relevantes de ese trabajo,
una predicción que hacía era crucial: Ablin y Paz decían que si el mercado mundial de soja se
volvía mayoritariamente transgénico, esto no iba a suceder: la soja transgénica se impondría por
mayoría, digamos. Y los que quisieran soja no transgénica tendrían que pagar más por ella, porque
sería considerada un producto premium.
En este vuelco del mercado mundial hacia la soja transgénica, iban a ocupar un lugar
central los agricultores brasileños. Los tres grandes exportadores de soja son los Estados Unidos,
Brasil y Argentina. Estados Unidos y Argentina ya habían adoptado la soja transgénica; y quedaba
por ver qué hacía Brasil. En ese país, el gobierno de Fernando Henrique Cardoso había aprobado
la soja transgénica, a través de su oficina regulatoria, la CNTBio. Pero un recurso judicial
promovido por Greenpeace y una asociación de consumidores había bloqueado su
comercialización. Sin embargo, agricultores del estado de Rio Grande do Sul, en particular, habían
comenzado a plantar soja transgénica que llegaba de contrabando de la Argentina. En la cosecha
del 2003, de los 51 millones de toneladas de soja, de 8 a 10 millones podrían ser transgénica.
Resultado: el gobierno de Lula, que representa a un partido que se oponía a los transgénicos, tuvo
que aprobar la venta de esa soja. Y después, tuvo que aprobar que se permitiera replantarla,
porque los agricultores ya la estaban replantando. Otro caso de “toma de poder”: si bien el sistema
regulatorio brasileño había aprobado la soja transgénica en Brasil, el sistema judicial había dicho
“no”. Pero los agricultores vieron las ventajas de la soja transgénica —más fácil manejo y costos
más bajos— y le dijeron “sí”. Con lo que el mercado de soja mundial se convirtió en
mayoritariamente transgénico.
Este caso muestra que no son sólo los argumentos técnico-científicos los que deciden las
controversias; y que, de hecho, no son sólo los científicos —a través de los sistemas regulatorios—
los que tienen capacidad para decidir. La “visión dominante de la divulgación” y el “modelo de
déficit”, ciertamente, no dan cuenta de estas situaciones. El caso de la soja transgénica en el
mercado internacional habla de decisiones informadas, de argumentos racionales —sobre todo, los
que tienen que ver con distribución de costos y beneficios— y de “toma de poder”. Es decir, estos
casos hablan de democracia participativa, y de legos que se informan y deciden. Nada más lejos
de los estereotipos que hablan de un público ignorante o desinteresado.
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51
Referencias:
1. Esta aclaración puede parecer trivial, pero no lo es. En muchas acciones de divulgación
científica, los públicos impactados son varios más que el público lego. Por ejemplo, los propios
expertos leen y tienen en cuenta las notas en medios masivos sobre temas de su especialidad.
Tanto, que se ha demostrado que la cobertura en diarios norteamericanos aumenta el índice
de citación de artículos científicos. Ver, por ejemplo, el trabajo pionero de Philips, D.P., E. J.
Kanter, B. Bednarczyk P. L. Tastad 1991. “Importance of the lay press in the transmission of
medical knowledge to the scientific community,” NEJM, 325, pp. 1180-1183. Ver también:
Kiernan, V. 1997. “Ingelfinger, embargoes, and other controls on the dissemination of science
news”, Science Communication, Vol. 18, n° 4, septiembre, pp. 297-319; Kiernan, V. 2003.
“Diffusion of news about research”, Science Communication, Vol. 25, No. 1, septiembre 2003,
pp. 3-13. Otro público impactado son los agentes de gobierno. Un trabajo reciente realizado en
la Argentina muestra que una proporción importante de los proyectos de ley sobre ciencia y
tecnología se basan en notas periodísticas. Ver: Bussola, J. M. y G. A. Lemarchand. 2007.
“Indicadores de impacto de la prensa en la formulación de proyectos CTI en Argentina”. Primer
Congreso Argentino de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología, Bernal, 5 y 6 de julio.
2. Durant, J. R. 1990. “Copernicus and Conan Doyle: or, why should we care about the public
understanding of science”. Science Public Affairs, Vol. 5, No. 1, pp. 7-22, en 10.
3. Ibidem, p. 10.
4. Ibidem, p. 11.
5. Ibidem, p. 14.
6. La literatura sobre este punto es abundante. Un trabajo clave reseña y compara encuestas
realizadas en Gran Bretaña y Estados Unidos: Durant, H. R, Geoffrey A. Evans y Geoffrey P.
Tomas.1989. “The public understanding of science”. Nature, vol. 340, pp. 11-14.
7. Miller, Steven. 2001. “Public understanding of science at the crossroads”. Public Understanding
of Science, Vol. 10, pp. 115-120, en p. 116. Miller toma como inicio formal de estos esfuerzos
el llamado Bodmer Report —cuyo título oficial fue The Public Understanding of Science—
elaborado por la Royal Academy of Sciences en 1985. Fue el punto de partida para la creación
del CoPUS, un organismo tripartito, dedicado a facilitar la comprensión pública de la ciencia,
formado por la Royal Society, la British Association for the Advancement of Science, y la Royal
Institution. Además de las propias acciones del CoPUS —subsisdios para tareas de
divugalción, un premio anual al libro de divulgación, entre otros—, la creación de este cuerpo
impulsó otras iniciativas de comunicación pública por parte de diversos institutos deinvestigación británicos.
8. Einsiedel, Edna y Thorne, Bruce. 1999. “Public responses to uncertainty” En Friedman, Sharon M., Dunwoody, Sharon, and Rogers, Carol L., Communicating Uncertainty. Media Coverage of
New and Controversial Science, Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum Associaties, Publisher, pp.
43-58.
9. Wynne, Brian. 1991. “Knowledges in context. Science,Technology and Human Values,Vol. 16,
No 1, invierno, pp. 111-121.
10. Michael, Mike. 1992. “Lay discourse on science: Science-in-general, science-in-particular, and self”. Science,Technology and Human Values,Vol. 17, No. 3, pp. 313-333.
11. Es previsible que la literatura que analiza estas cuestiones siga aumentando, dada la creciente
disponibilidad de nuevos kits de diagnóstico genético. Ver, por ejemplo, algunos de los trabajos
recopilados en Conrad, Peter y Jonathan Gabe. 1999. Sociological Perspectives on the New Genetics. Oxford, UK: Blackwell Publishers.
12. Taubes, G. (1995), “Epidemiology faces its limits”, Science, 269, pp. 164-169.
13. De Semir, V. 2000. “Periodismo científico, un discurso a la deriva”. Revista Iberoamericana de
Discurso y Sociedad, volumen 2, No 2, junio, pp. 9-38.
14. Esta observación surge de un proyecto de investigación en curso de la autora junto a Diego Hurtado de Mendoza.
15. Vara, Ana María. En prensa. “ ´Sí a la vida, no a las papeleras´. En torno a una controversia ambiental inédita en América latina”, Redes No. 25.
16. Noble Tesh, op. cit. pp. 81-99.
17. Noelle-Neumann. 1993. The Spiral of Science: Public Opinion—our social skin. Chicago:
University of Chicago Press.
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18. Epstein, S. 1995. “The construction of lay expertise: AIDS activism and the forging of credibility in the reform of clinical
19. Curfman, Gregory D., Stephan Morrissey y Jeffrey M. Drazen. 2007. Editorial: “Safer drugs for the American people”. New England Journal of Medicine, julio 18, p. 1.
20. Stephen Hilgartner (1990), “The dominant view of popularization,’ Social Studies of Science, vol. 20, No 3, agosto, pp. 519 -539.
21. Ibidem, pp. 533.
22. Miller, Steven. 2001. “Public understanding of science at the crossroads,” Public Understanding of Science, Vol. 10, pp. 115-120. Sobre la vinculación entre la ecuación comprensión como valoración y el modelo de déficit, ver: Lewenstein, Bruce V. 2002. “Editorial: a decade of public understanding”. Public Understanding of Science, Vol. 11 (2002), pp. 1-4.
23. Ver: Eurobarometer 35.1, Opinions of Europeans on Biotechnology in 1991; 39.1, Biotechnology and Genetic Engineering: What Europeans Think in 1993; and 46.1, The Eurobarometer on Biotechnology 1996. Bruselas: Comisión Europea.
24. Kultgen, John. 1988. Ethics and Professionalism. Philadephia: University of Pennsylvania Press, p. 101.
25. Ibidem, pp. 101-102.
26. Selander, Steffan. 1990. “Associative strategies in the process of professionalization: profession strategies and scientification of occupations”. En Michael Burrage y Rolf
Torstendahl, Professions in Theory and History. Rethinking the Study of Professions. London: Sage, pp. 139-150.
27. Beckman, Svante. 1990. “Professionalization: borderline authority and autonomy in work”. En Burrage and Torstendahl, op. cit., pp. 115-138.
28. Lewenstein, Bruce V. 1992. “The meaning of ‘public understanding of science’ in
 the United States after World War II”. Public Understanding of Science, No. 1, pp. 45-68.
29. Nelkin, Dorothy. 1995. Selling Science. How the Press Covers Science and Technology. New
York: W.H. Freeman and Company. Especialmente, p. 78.
30. Vara, Ana María y Diego Hurtado de Mendoza. 2004.“Comunicación Pública, historia de la
ciencia y ´periferia´. En AAVV, Certezas y controversias. Apuntes sobre la divulgación
científica, Buenos Aires: Libros del Rojas, pp. 71-103.
31. Dickson, David. 2001. “Science, the press and the public: from enlightenment to empowerment”. 6th International Conference on Public Communication of Science and Technology, European Laboratory for Particle Physics (CERN), Ginebra, 1° de febrero de 2001.
32. Traducimos la expresión en inglés “empowerment” como “dar poder”, es decir, como frase
verbal en la que el público es objeto indirecto al recibir un don. También podría traducirse con
una frase verbal en la que el público es sujeto, como “tomar el poder”, según veremos en el
ejemplo que se analiza seguidamente.33. En lo siguiente, nos basamos en nuestro trabajo de investigación: Vara, Ana María (2005),
“Argentina, GM nation. Chances and choices in uncertain times”. Disponible en:
www.law.nyu.edu/centers/elc/programs/Argentina%20Country%20Case%20Sept%202005%20
Vara.doc
34. Vara, Ana María. 2003. “Transgénicos. Elementos para entender una polémica”. Química Viva,
Vol 2, No. 3, diciembre. Disponible en:
http://www.quimicaviva.qb.fcen.uba.ar/Opinion/gm/gm.html.
35. Eduardo R. Ablin and Santiago Paz. 2001. Hacia la trazabilidad en el mercado mundial de soja:
una nueva mirada a la ley de la oferta y la demanda. Buenos Aires: Cancillería Argentina,
Dirección Nacional de Negociaciones Económicas y Cooperación Internacional, agosto.
Disponible en: http://www.cema.edu.ar/~dm/trazabilidad_soja.pdf
ISSN 1666-7948
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Divulgación Científica y la Enseñanza de Ciencia y Tecnología

Hoy creemos de manera casi unánime que la divulgación de la ciencia y la tecnología es necesaria para el desarrollo cultural de un pueblo y que es importante que ciertos hallazgos, experimentos, investigaciones y preocupaciones científicas se presenten al público y se constituyan en parte fundamental de su cultura en una sociedad profundamente impregnada por la ciencia y la tecnología como es la sociedad contemporánea”.
(Calvo M., 2000)

La comprensión pública de la ciencia se considera actualmente como uno de los valores de las sociedades democráticas. Científicos, educadores y divulgadores, asumen la necesidad de hacer llegar y de hacer partícipe a la sociedad de la ciencia y la tecnología que desarrollan los especialistas. Uno de los motivos que pueden justificar esta necesidad de comprender la ciencia es de tipo cultural. La ciencia es uno de los grandes logros de la cultura y, por eso, todos deberían ser capaces de comprenderla y apreciarla. Desde una perspectiva social es importante mantener vínculos entre la ciencia y la sociedad en sentido amplio. Se asume que la mejora de la comprensión pública producirá una mayor “simpatía” y, en consecuencia, una corriente favorable al apoyo y al subsidio de la investigación. También se puede analizar esta necesidad desde una perspectiva de utilidad. Una cierta comprensión de la ciencia y de la tecnología es necesaria para vivir en sociedades que avanzan científica y tecnológicamente. Así, los ciudadanos estarían mejor preparados para tomar decisiones sobre aspectos de su vida como la nutrición, salud y seguridad, entre otros, y podrían evaluar mejor los mensajes publicitarios y hacer mejores elecciones como consumidores.
La divulgación científica es uno de los medios por los cuales la información llega al público, e influye en la imagen que la sociedad tiene de la ciencia, la tecnología, sus avances y aplicaciones. A mediados de 2006 el Observatorio de la SECYT –Secretaría de Ciencia, Tecnología, e Innovación Productiva en Argentina- presentó una investigación sobre la oferta informativa de ciencia y tecnología en los principales diarios argentinos. A través de la estimación de una serie de indicadores el estudio mostró que, a diferencia de lo que ocurría hace quince años atrás, en la actualidad los temas científicos lograron consolidarse dentro de la agenda periodística, registrando en los principales medios una constante de publicación sostenida en el tiempo (ver http://www.oei.es/salactsi/Libro.pdf).

¿Qué es la divulgación científica?
La divulgación de la ciencia y la tecnología puede definirse como el conjunto de acciones de comunicación y educación no formal orientadas hacia la mejora de la cultura científica y tecnológica. En otras palabras, se trata de difundir a través de medios gráficos, televisivos, radiales o digitales, temas vinculados con la ciencia, la tecnología y la salud, en un lenguaje claro y accesible para el público en general.
La biotecnología también se está haciendo presente cada vez con más frecuencia en los medios de difusión y, como en otras áreas, requiere de la comprensión pública (ver Cuaderno Nº 37). Para la mayoría de la gente, que no está directamente vinculada con las actividades científicas, esta es la única vía de acceso al conocimiento de los continuos avances que se producen en estas áreas, y de cómo estos cambios pueden afectar su vida cotidiana. Los medios de comunicación materializan un espacio público donde se presentan temas a la opinión pública hasta entonces restringidos a otros círculos sociales.
Desde una perspectiva más discursiva, la tarea de divulgación consiste en recontextualizar en una situación comunicativa común (para una audiencia novata y masiva) un conocimiento previamente construido en contextos especializados (entre científicos, con instrumentos comunicativos especiales, artículos científicos, congresos, etc.). Es decir que la tarea de divulgación científica, requiere no sólo la elaboración de una forma discursiva acorde con las nuevas circunstancias (conocimientos previos del destinatario, intereses, canal comunicativo, etc.), sino la re-creación del mismo conocimiento para una audiencia diferente (ver Figura).

  
Fuente: Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias (2004), Vol. 1, Nº 2, pp. 70-86 http://www.apac-eureka.org/revista/


Los principales canales de la divulgación científica
La divulgación científica se presenta de diferentes formas, y se manifiesta en productos variados, entre ellos:
a)     Libros y revistas especializadas: constituyen un primer canal de divulgación que llega al público más formado y más interesado (ver Cuaderno Nº 63).
b)     Prensa general: Constituye el canal que está más al alcance de la población. Dentro del material publicado por los periódicos es posible encontrar la ciencia de formas diferentes: textos informativos, de opinión, textos en secciones variadas como Salud o Sociedad, en suplementos semanales, entre otros.
c)      Productos audiovisuales (cine, video y televisión): tienen una gran trascendencia y suelen producir un considerable impacto en los estudiantes.
d)     Medios informáticos: Internet y el software sobre ciencia y tecnología son fuentes  importantes de información y de difusión, especialmente entre los jóvenes.
e)     Centros de ciencia: son los museos de ciencia, planetarios, acuarios o granjas escuelas. La atractiva presentación de sus contenidos hace que las visitas sean una actividad interesante, didáctica y adecuada para la familia o la escuela.
f)     Clubes científicos: Son comunes en algunos países y pretenden ofrecer a los jóvenes otra forma de acercamiento a la ciencia, más activa, sin horarios ni exámenes. Su finalidad es poner en evidencia que la ciencia se practica y esta es otra forma de aprenderla.

De todas formas, en general, los periódicos son el referente indiscutible en la información general. Aportan un tratamiento más profundo de los temas, aunque carecen de la penetración e inmediatez de la radio y la televisión. Por sus características específicas de archivo y almacenamiento, la prensa escrita se ha convertido en el medio de referencia para los estudios en el ámbito de la comunicación científica.
El mercado editorial de revistas de divulgación científica no es particularmente amplio en la Argentina, según la publicación de la SECyT (http://www.oei.es/salactsi/Libro.pdf). Las publicaciones de llegada "masiva" son más bien escasas y las adquieren básicamente un grupo selecto y comparativamente pequeño de la población. Una parte de estos usuarios son los propios investigadores, ingenieros o tecnólogos, y otra parte está compuesta en términos generales por entusiastas de la ciencia y la tecnología o, por usar una terminología de principios del siglo XX, por "científicos aficionados".

Diferentes estilos de notas gráficas
Un artículo científico que se difunde en la prensa escrita, puede tener diferentes estilos.
El cable es un modelo noticioso informativo en el cual el autor no emite opinión. En todo caso se cita la opinión de un experto o de un investigador. El objetivo del cable es traer al público una noticia (una novedad científica que altera el estado de las cosas).
En la nota informativa puede no haber un hecho noticioso. El objetivo es informar acerca de un tema o de una técnica de actualidad. Es más extensa que un cable y el autor puede emitir su opinión.  
El cable presenta la siguiente estructura:
Entrada
y
 Recuperación de términos

Cierre
Marco general

Y

Complejizaciones
De lo particular a lo general
(Inductivo)
De lo general  a lo particular
(Deductivo)
                                                                                               
          
                                                                                                                       



                                                  







1.    Entrada: debe responder en 1 ó 2 párrafos a la mayor cantidad de preguntas (qué, quién, para qué, cuándo, dónde)
2.   Recuperación de términos: se retoman algunos de los conceptos más importantes de los primeros párrafos para explicarlos conceptualmente con mayor detalle.
3.   Marco general o antecedentes: se da una explicación general del tema; no necesariamente relacionado con la actualidad.
4.   Complejizaciones: responde al cómo; se explica específicamente cómo se llegó o cómo se aplica el nuevo descubrimiento; tiene actualidad.
5.   Cierre: evaluaciones, perspectivas o posibles usos del nuevo descubrimiento.

La nota informativa tiene una estructura similar al cable pero es más extensa y subjetiva.
Una diferencia básica entre el cable y la nota informativa es la entrada.
1.    Entrada ocupa 3 - 4 párrafos y tiene un fin motivador:
a)   anecdótica: se dramatiza un relato relacionado al tema; se apela a una película, una novela o un cuento.
b)   cronológica: se relata el cuándo
c)   descriptiva: se describe el laboratorio o aspectos relacionados al investigador.
d)   circunstancial: relata alguna circunstancia histórica o personal.
e)   marco general: presenta aspectos generales del tema a tratar.
2.   En los dos párrafos siguientes se introduce el tema y se trata de responder a las preguntas fundamentales: qué, para qué, cuando, quién, dónde.
3.   Los 2 - 3 párrafos siguientes presentan el marco general al tema.
4.   Los 4 - 5 párrafos que siguen presentan complejizaciones del tema, es decir que explican el cómo.
5.   Los 2 - 3 párrafos finales dan las perspectivas y conclusiones del tema.

La siguiente tabla resume las similitudes y diferencias entre el cable y la nota informativa: 

                     Cable                         
              Nota informativa
hay noticia
puede no haber noticia
unidad temática
puede haber otros temas y subtítulos
~ 60 - 80 líneas
~ 120 líneas, combinado con recuadros
estilo impersonal
es posible introducir 1ª y 2ª persona  
El autor es totalmente objetivo
el autor puede emitir opinión
entrada noticiosa
entrada con fines motivadores
entrada 1 -2 párrafos
entrada 3 - 4 párrafos
Entrada responde a las preguntas básicas (qué, quién, cuándo, para qué); puede empezar con una cita directa.
Entrada anecdótica, circunstancial, cronológica, descriptiva o marco general.

La nota de opinión es otro modelo de escritura científica. Se diferencia de la nota informativa ya que su finalidad no es informar sino opinar o abrir polémica sobre un tema determinado.  En este tipo de artículo científico, el autor abre interrogantes que, en general, no quedan contestados y él se hace cargo de las ideas que vierte. Las ideas que se presentan en una nota de opinión no deben ser obvias o vagas y se deben dar los argumentos que las sostienen. Una nota de opinión consta de tres partes fundamentales:
1. Premisa: idea o hipótesis que plantea el autor.
2. Demostración: argumentos que sostienen las ideas del autor.
3. Conclusión: puede incluir interrogantes que quedan abiertos.




La Educación Científica y la Alfabetización Científica
¿A qué se llama educación científica? En términos generales se pueden establecer dos grandes finalidades de la educación científica: a) la formación de científicos, es decir el acceso a la práctica de la ciencia de una parte minoritaria de la sociedad para que sea el agente activo del desarrollo científico-tecnológico, y b) la mejora del nivel de conocimientos científicos de los ciudadanos, entre ellos los alumnos escolarizados.
Uno de los aspectos sobre el que existe un gran consenso hoy día es en el objetivo de que la educación científica debe llegar a todos los alumnos. La expresión ciencia para todos comienza a utilizarse a finales de los años ‘70 fruto de la reflexión sobre los resultados que se obtenían con la enseñanza de las ciencias y del análisis de la creciente influencia de la ciencia en la sociedad.

La ciencia escolar es el resultado de un proceso de reelaboración, conocido como transposición didáctica, que no consiste únicamente en simplificaciones sucesivas, sino que en este proceso deben conjugarse aspectos científicos y aspectos educativos. Por ejemplo, adecuar la selección de aquello considerado importante desde la ciencia, con las edades y las características de los estudiantes y los objetivos que persigue el sistema educativo.

Desde hace algunos años, se emplea también la expresión alfabetización científica, o alfabetización científica y tecnológica. Este concepto apunta a la importancia que tuvo la alfabetización a fines del siglo pasado y que, en referencia a la ciencia y la tecnología, designa a un conjunto de saberes, de capacidades o de competencias que son relevantes para comprender y desenvolverse en el mundo actual. Su consecución representaría para la gran mayoría de la población actual lo que supuso la alfabetización en el siglo pasado.
En 1982 la Asociación Nacional de Profesores de Ciencias de Estados Unidos tomó la idea de la alfabetización científica: “...formar individuos científicamente alfabetizados, que entiendan cómo la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad se influyen mutuamente, que sean capaces de emplear conocimientos en tomas de decisiones en su vida diaria.”
Por su parte, la Asociación Americana para el Progreso de la Ciencia (AAAS), ofrece ideas concretas sobre las competencias y habilidades que merecen ser tenidas en cuenta:
“Una persona alfabetizada científicamente tiene que ser capaz de leer artículos de periódicos sobre ciencia, discutir sobre temas científicos actuales, documentarse por sí misma y leer e interpretar gráficos.”
Ciencia para todos y alfabetización científico-tecnológica constituyen los retos actuales de la educación científica en el contexto de los países que buscan un avance en el nivel educativo en las escuelas y fuera de ellas. Según el informe realizado por la CESyT en 2006 acerca de La Percepción de los Argentinos sobre la Investigación Científica en el país (http://www.oei.es/salactsi/Libro.pdf), a medida que aumenta la escolaridad de las personas las noticias de actualidad científica se vuelven más comprensibles y así se las valora.

La divulgación científica y la enseñanza de ciencia y tecnología
Algunos productos de la divulgación científica, como las informaciones de la prensa escrita o películas, han sido utilizados como recursos muy útiles en la didáctica de la ciencia.
Además, existen libros y revistas que difunden el trabajo que realizan los científicos.
Desde la didáctica de las ciencias se considera que los canales de divulgación científica (prensa, televisión, cine, centros o museos de ciencias, clubes científicos) actúan como contextos extraescolares donde se produce un aprendizaje no formal de las ciencias en contraposición con el aprendizaje formal, producto de la educación escolar.
Sin embargo, la ciencia, tal como se suele presentar en los medios de divulgación, está caracterizada por algunos factores que influyen de manera determinante en su potencial para generar aprendizaje:
Controversia: muchos de los temas tratados suscitan controversias importantes en la sociedad (energía nuclear, manipulación de embriones, etc.)
Relevancia. Tratan temas que afectan al conjunto de la población, su nivel de vida y bienestar.
Influencia de intereses no científicos: Por ejemplo: la publicidad se apropia del calificativo “científico” cuando desea resaltar la calidad, la novedad, etc., de un producto.
Incidencia personal y social: de estas noticias se derivan actitudes hacia las ciencias, opiniones y creencias.

La divulgación científica y la biotecnología
El rol de la comunicación social se ha hecho fundamental, pues ya, desde los años 40, se ha evidenciado que es una herramienta potente. Nuevas opciones para el desarrollo, como la biotecnología moderna y su impacto en la agricultura, la alimentación, la medicina, el ambiente y la industria, entre otros,  han generado un debate extenso y sus detractores o defensores encuentran en la comunicación social de la ciencia una poderosa herramienta.
Una sociedad con opiniones informadas respecto a la biotecnología y a la bioseguridad es fundamental ya que intervendrá activamente, generando discusiones razonadas, en la elaboración de marcos regulatorios y en la implementación de las disposiciones que buscan avanzar en las investigaciones en biotecnología y en sus aplicaciones concretas.
Se cree que la situación actual de la opinión pública con respecto a la aplicación de la biotecnología en diversos temas y sectores está altamente influenciada por la información transmitida por los medios de comunicación. En el caso de la biotecnología, los medios de comunicación hablaron en un principio bastante poco de ella, y fue sobre todo a partir de Dolly, en 1997, cuando empezaron a informar más asiduamente sobre los avances biotecnológicos y sus implicancias. A medida que estos temas entran en el espacio público, los ciudadanos se van forjando una opinión que puede fomentar el debate público. La información es, por lo tanto, un elemento necesario para la construcción de representaciones sociales de estas tecnologías y es una precondición para aceptarlas o rechazarlas. Por todo ello surge la necesidad de preguntarse cómo los medios están informando a la sociedad. Los medios deben ser analizados. Los discursos mediáticos están anclados social y temporalmente; son producidos por actores sociales y están destinados a otros actores sociales, y se dan en un contexto histórico determinado. Por lo tanto, las demandas a los profesionales dedicados a la información sobre temas biotecnológicos, así como a los periodistas dedicados a temas que afectan a la salud y a la ciencia en general, suponen cada vez más profesionalización, especialización, rigor e independencia. Todo ello para evitar el sensacionalismo, la alarma social y las falsas expectativas que a veces los temas relacionados con la biotecnología pueden provocar.



CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS
En ocasiones, los docentes se encuentran con la desmotivación de los alumnos para el aprendizaje de temas de ciencia. Una de las razones que pueden explicar, en parte, esa desmotivación es la falta de conexión entre muchos de los contenidos que se enseñan en las clases de ciencia con la realidad que conocen y viven los alumnos. Una solución posible se podría encontrar en los medios de comunicación y de divulgación de la ciencia. El docente de cualquier nivel educativo debería tender un puente entre las dos maneras de explicar el mundo: el saber científico y la información difundida por los medios.
La incorporación de las noticias de los medios de comunicación como parte de las actividades escolares permite actualizar los contenidos y vincularlos con la experiencia cotidiana y con la vida en la sociedad. A su vez, aprender a analizar las noticias, el modo de presentarlas y el tratamiento que reciben en los medios que las difunden, ofrece la posibilidad de adoptar una actitud crítica frente a la información que se consume. En este contexto se incluyen también las publicidades que, en muchas ocasiones, recurren a argumentos “científicamente probados” para favorecer el consumo.  En estas tareas el rol docente es fundamental ya que deben posibilitar a los alumnos resignificar las diferentes visiones de la realidad que le ofrecen los medios de comunicación desde los marcos conceptuales y explicativos de cada una de las áreas curriculares.
Al utilizar en clase un artículo periodístico es interesante analizar el texto completo, es decir, el título, el copete, el texto, los recuadros, las infografías, las fotos y sus epígrafes y las ilustraciones. Es importante que los artículos sean trabajados y analizados en clase, e incorporados como parte de los contenidos a ser evaluados, al igual que otros textos escolares. De lo contrario pierden valor como recurso de enseñanza. En ocasiones son los propios alumnos quienes acercan al docente una noticia periodística referida a algún tema trabajado en clase. En ese caso, es importante que los alumnos adopten el hábito de leer previamente el artículo completo y evalúen si es pertinente para el tema de la clase. En caso de que el docente lo considere adecuado, se puede sugerir al alumno que comente al resto de sus compañeros la noticia y su relación con el tema tratado. Posteriormente el artículo puede ser distribuido al resto de los compañeros e incorporado como material de estudio.
A continuación se enumeran algunos aspectos que se pueden trabajar con los alumnos y que hacen a la estructura, al contenido, a la confiabilidad y claridad de la información:
§  cuál es el medio que la difunde
§  el significado y la intencionalidad del título
§  la información y el objetivo del copete,
§  la relación entre el título y el contenido de la nota,
§  cómo está organizada la información a lo largo de la nota,
§  cuáles son los aspectos más relevantes,
§  claridad en los conceptos,
§  fuentes consultadas (especialistas, instituciones, ONGs, etc.),
§  si existe un firmante que avale el contenido de la nota,
§  contribución de las ilustraciones, infografías y fotografías a la comprensión,            

Si es posible, es muy enriquecedor analizar la misma noticia difundida por dos medios diferentes y comparar algunos de los aspectos mencionados previamente para examinar la selección, jerarquización, interpretación y tratamiento que diferentes medios pueden dar a una misma información.
Por otro lado, la ciencia y la tecnología presente en los medios de comunicación, fuente principal de información para el profesorado y para el público en general, trata generalmente cuestiones punteras de algún campo científico o tecnológico concreto. Existen muchos recursos disponibles a los educadores para incorporar lecciones sobre la biotecnología en sus salones de clase. La información que puede ser incluida varía desde la simple hasta la compleja; desde temas puramente científicos hasta cuestiones éticas; y desde lecciones de clase hasta ejercicios de laboratorio.
Según el nivel de escolaridad de los alumnos, sus conocimientos previos y el interés que manifiesten, se sugiere buscar y analizar artículos científicos en publicaciones como la revista científica argentina Ciencia Hoy, o las revistas que difunden algunas facultades como la revista Exactamente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, que presentan información variada, de investigadores de Latinoamérica, en un lenguaje claro y accesible.    
La televisión puede ser utilizada con fines didácticos no sólo a través de la programación diseñada con fines educativos, sino también a partir del análisis de información que se difunde en la programación convencional, ya sea en los programas o en las publicidades que se emiten diariamente. Para que una grabación de la televisión en video sea didáctica, necesita de una preparación previa, precedida de explicaciones claras sobre lo que se pretende con ese video, qué se va a evaluar. También es necesario determinar de antemano los ejercicios y actividades para realizar antes, durante y después de su proyección. En ocasiones, son los mismos alumnos los que traen al aula inquietudes acerca de la información transmitida en la televisión. Consideramos que estas instancias pueden tener un importante valor didáctico si se rescatan y se analizan de modo que los alumnos puedan resignificar en la clase lo aprendido a través de los medios. 
Existen documentales (de producción extranjera o nacional), que presentan información de interés y actualizada. Debido a que, frecuentemente, los horarios de emisión de la programación no coinciden con los horarios escolares, se sugiere grabar la programación que resulte de interés para transmitirla en los horarios de clase. Esta tarea puede ser realizada por los docentes pero también ser encomendada a los alumnos. La utilización de los medios audiovisuales puede abrir otro camino que es la producción de material audiovisual por los alumnos a través del registro de imágenes con una cámara y su compaginación como forma de lectura y escritura de la realidad para la presentación de trabajos en el aula. En este sentido, también el registro de entrevistas con un grabador, su desgrabación y elaboración de la información puede resultar de gran utilidad para el trabajo en el aula. En esta instancia, es conveniente articular el trabajo con el área de Lengua para la planificación, realización y transcripción de la entrevista.





ACTIVIDADES
Las siguientes actividades incluyen diferentes medios y estilos de divulgación científica para ser analizados en clase. También se sugiere elegir otras notas para analizar, y que los alumnos traigan diferentes notas que encuentren en los medios de comunicación, gráficos o audiovisuales.  Algunas preguntas formuladas son de respuesta abierta ya que dependen de la interpretación y buscan el debate, a partir del trabajo en clase, de la información y la interpretación de la información. Se sugiere basarse para el análisis de las notas en la Consideraciones Metodológicas previas.

Actividad 1. Análisis de artículos periodísticos de ciencia y tecnología
La siguiente actividad tiene por finalidad leer y analizar artículos periodísticos de diferentes fuentes referidos a un mismo tema: los biocombustibles (ver Cuaderno Nº 90). Se sugiere que los artículos sean leídos en grupos de 3-4 alumnos que, luego, deberán responder a las consignas que se proponen. Posteriormente resulta interesante hacer una puesta en común y un debate entre todos los alumnos acerca de las interpretaciones que realizan de los contenidos de las notas. 

Nota 1: Clarín – Suplemento Rural. 12 de enero 2008
Biocombustibles: seminario en Londres sobre las posibilidades argentinas
Biodiésel "for export"

Ante una demanda creciente, para el 2015 se invertirán en la Argentina 1.800 millones de dólares.
LONDRES. BLOOMBERG.

En la Argentina, el mayor exportador de aceite de soja y de girasol del mundo, las inversiones en la producción de biodiésel alcanzarán los 1.800 millones de dólares para el 2015, para responder a la creciente demanda del país y mundial. La proyección se dio a conocer en el Seminario "Biocombustibles: Oportunidad de negocios en Argentina", realizado recientemente en Londres.
“Todos los pronósticos indican que para el 2010 el biocombustible representaría el 5% del combustible vendido en Argentina y la idea es triplicar la producción, llevándola a 2,1 millones de toneladas métricas al año”, dijo Miguel Almada, director del Programa Nacional de Biocombustibles de Argentina. “Para 2015, trepará a 2,7 millones de toneladas”, agregó.
La Dirección Europea de Biodiésel declaró que la producción de la UE, el mayor productor mundial, fue de 5 millones en 2006. Almada dijo que varias empresas, incluyendo algunas como Cargill y Louis Dreyfus, invertirán un total de US$ 1.500 millones de dólares en plantas para fabricar biodiésel para exportación en Argentina, mientras que el resto de la inversión prevista se destinará a satisfacer la demanda local. "La gran demanda de biocombustibles da a Argentina la oportunidad de convertirse en un actor importante en este sector", dijo Almada.
La UE quiere que los biocombustibles representen un 10% del combustible usado para transporte en 2020, comparado con el 1% que representan hoy. Y el presidente George Bush quiere aumentar el consumo de etanol, quintuplicando el uso de combustibles renovables para 2017.
Argentina produce más de 7 millones de toneladas de aceite de soja por año, y exporta el 90%, comentó Héctor Huergo, presidente de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno. Para el 2017, incrementará su capacidad al menos en un 43% con 10 millones de toneladas, aumentando la oferta de materia prima para biocombustible, dijo. "Argentina es el mayor exportador del mundo de aceite vegetal y tiene capacidad ociosa, el costo de producción de soja más bajo del mundo y la más alta capacidad de molienda", afirmó Huergo.Baar, Glencore, la principal comercializadora de commodities en el mundo, y Bunge, la mayor procesadora de oleaginosas, operan plantas de biodiésel con socios locales en Argentina. Y Louis Dreyfus tiene pensado invertir en el sector, agregó Huergo. Por su parte, Almada dijo que los costos de producción de biodiésel son "un poco menos de 60 ctvos/litro" en Argentina. Y que buena parte de la producción derivará del aceite de soja.


Nota 2. La Nación. Economía. Lunes 7 de enero de 2008
Combustible alternativo
Ya se exportan 319.000 toneladas de biodiesel
Ingresaron por este concepto US$ 268,4 millones en 2007; prevén duplicar la producción este año

La Argentina exportó el año pasado 319.093 toneladas de biodiesel por 268,4 millones de dólares a un valor promedio de 841 dólares la tonelada, informaron hoy fuentes oficiales. De acuerdo con un informe elaborado por el Programa Nacional de Biocombustibles de la Secretaría de Agricultura, Estados Unidos fue el principal destino de estas colocaciones, con el 76 por ciento de los envíos. Le siguió la Unión Europea, con el 23,7 por ciento de las ventas de estos carburantes, que, por primera vez, exportó biocombustibles en abril pasado. Según el informe, actualmente son ocho las empresas aprobadas en el país para elaborar biodiesel con una capacidad productora de 600.000 toneladas anuales, las cuales se encuentran volcadas a la exportación. Los técnicos del Programa de Biocombustibles calculan que para finales de 2008 la capacidad de producción de la Argentina ascenderá a 1,5 millones de toneladas anuales. En el país la elaboración de biocombustibles se realiza a través de la industrialización de grasas animales y de los cultivos tradicionales, como la soja, el maíz, el girasol, el sorgo y la caña de azúcar, y otros no tradicionales, como la colza y el cártamo. En 2006 se aprobó una ley para fomentar el desarrollo de biocombustibles, cuya producción deberá alcanzar como mínimo las 800.000 toneladas anuales en el 2010 para cumplir con lo estipulado por la norma.
Agencias: Télam y EFE

Nota 3. LA NACIÓN – Suplemento Comunidad. Sábado 16 de febrero de 2008
Energías alternativas
Un nuevo horizonte
 La crisis de los combustibles fósiles ya es un hecho. Los especialistas plantean que, aparte de un uso responsable de ese recurso, es necesario volcarse a energías limpias, que además de cuidar el medio ambiente pueden llegar a traer grandes beneficios económicos a largo plazo

La crisis de los combustibles fósiles, como el petróleo y el gas, se avizora cercana. Sin embargo, no será necesario que se agoten para que las energías renovables suban al escenario de la energía mundial. Las fuerzas alternativas llegaron no sólo para solucionar posibles blackouts (apagones), sino también para paliar problemas ambientales como el calentamiento global, la lluvia ácida y la contaminación atmosférica. Y hay una buena noticia: la Argentina tiene un gran potencial para este tipo de emprendimientos. Lo malo: la falta de apoyo y decisión política para concretarlo.
Aunque los recursos renovables no reemplazarán las fuentes fósiles, de la mano de la eficiencia energética podrían paliar el apocalíptico panorama para los próximos 15 años, opinan los especialistas.
"Es un escenario difícil de imaginar, pero cuando a una comunidad se le va mostrando un sistema más eficiente y menos contaminante, ésta lo toma. Un futuro sustentable sólo será posible con la energía generada por una diversidad de fuentes", explicó Alfredo Esteves Miramont, investigador del Conicet y presidente de la Asociación Argentina de Energías Renovables (Asades).
Las fuentes a las que se refiere el catedrático de la Universidad de Mendoza son las energías conocidas como renovables, alternativas o blandas. Entre ellas, la energía solar, la eólica, la biomasa, la geotermia, los biocombustibles y los pequeños embalses para uso hidroeléctrico.
Hoy, según las cifras oficiales, hay una potencia instalada de 404 megavatios (1,6 % de la potencia total) generada por las energías alternativas en la Argentina. Y para 2014, la hipótesis es que representen el 8 por ciento.
Para el capítulo argentino de Greenpeace, el énfasis que se hace desde el Gobierno "es muy incipiente". "La matriz energética tiene un mínimo de aporte de renovables. Y las inversiones no las contemplan. Sólo se piensa en crear nuevas centrales térmicas [con ciclos combinados de combustible y gas natural] y darle un nuevo impulso a la energía nuclear", opinó Rosario Espina, coordinadora de la campaña contra el cambio climático de la ONG. "Nuestra pelea es llegar a los 3000 megavatios para 2015. Es mucho más ambicioso que el plan oficial", dijo.
Greenpeace también hace hincapié en abogar por la eficiencia: "Para mitigar los graves efectos del cambio climático es necesaria una revolución energética. Para lograrlo, la eficiencia es fundamental porque sin ella nunca vamos a poder cubrir la demanda creciente. El otro pilar es la inversión en energías renovables. Es técnica, económica y políticamente posible que, para 2050, el 50% de la energía mundial provenga de fuentes alternativas", sostuvo Espina. Hoy sólo representan el 12 por ciento.
En los últimos años, la Argentina enfrenta un escenario de crisis energética. Entre las medidas gubernamentales que se tomaron para combatirla está el aumento de precios para quienes se excedan en el consumo, el cambio de hora por tres meses para reducir el consumo eléctrico, y el canje de lámparas de bajo consumo por luces incandescentes.

Aumento de la demanda
Estevez Miramont explica el panorama: "Con un crecimiento del 3% anual del PBI, la demanda de energía aumenta el 5%. Esto implica 1000 Mv anuales adicionales. Además, en el mundo, con un aumento del 2% anual, implica el doble de energía para 2037, o el triple para el 2057. Debemos prepararnos para ir suplantando las fuentes fósiles, porque sólo las energías renovables nos darán un futuro sustentable". Y da un ejemplo: una vivienda bioclimática ahorra un 90% de energía en calefacción y cuesta entre 4 y 8% más.
Uno de los problemas que enfrenta el país es la composición de la matriz energética: "La Argentina eligió el gas como principal fuente energética en detrimento del carbón. Esta particularidad nos hace más vulnerables y nos restringe en nuestra posibilidad de elección", explica, en un artículo publicado el año pasado, Marcelo Martínez Mosquera, directivo de Tecpetrol y miembro de la UIA.
Y aclara: "En quince años o más, la mayor parte de las energías que usamos actualmente serán intercambiables, siempre y cuando se realicen las modificaciones de infraestructura pertinentes. Por ejemplo, en lugar de nafta o gasoil, en los vehículos podremos utilizar biocombustibles o incluso electricidad. La calefacción o la cocina de nuestras casas podrán funcionar con energía solar, gas natural, electricidad o fuel oil. Y así sucesivamente. No es lo mismo en el corto plazo".
Una de las claves, según el empresario, podría estar en el ajuste del precio. Sin embargo, en su artículo reflexiona que a pesar de que la nafta incrementó su costo, no se bajó el consumo. "El secreto está en incrementar el ahorro energético."

Posibilidades
Según los especialistas, la Patagonia es uno de los sitios más importantes del mundo en términos de recursos eólicos, con centenares de kilómetros de costa casi desierta, donde el viento sopla sin pausa gran parte del año. No obstante, con apenas 27 Mv instalados, el país está lejos de Brasil, que tiene de 256 Mv de energía eólica instalados.
“Las mejores posibilidades las tiene la energía eólica. Los estudios dicen que se podría llegar de 1000 a 1500 Mv. El problema es que frente a los costos alternativos es caro por la fuerte inversión de capital. Existen un subsidio del Estado en que se le daban 10 pesos por Mv/ hora al emprendimiento, al que se agregaban otros 10, con la ayuda de algunas provincias. En la década del 90 representaban 20 dólares, contra los 40 que costaba la producción. Hoy esos valores en pesos encarecen muchísimo los costos”, explica Enrique Devoto, secretario de Energía durante el gobierno de Eduardo Duhalde.
En el mundo Alemania es uno de los países líderes en la aplicación de las energías renovables. Sólo su capital, Berlín se fijó como objetivo alcanzar el 30% en su matriz energética hacia 2020, y 45% diez años más tarde, gracias principalmente a la energía eólica.
España y Dinamarca también son países que han comenzado a invertir en este tipo de fuerzas alternativas. El gobierno de Madrid prevé llevar su capacidad de producción de electricidad de origen eólico a 22.000 Mv en 2010 –la capacidad actual de Alemania–, frente a 13.000 Mv en 2007.
China está duplicando su capacidad de producción con el objetivo de llegar a 30.000 Mv en 2020. Y la India es el cuarto país en importancia en términos de energía eólica, con 6270 Mv instalados.
Pero también las otras energías tienen posibilidades. El tema es en qué usos: “La energía solar tiene mucho presente y futuro en aplicaciones en el sector residencial y en electrificación de zonas rurales.
Los biocombustibles líquidos tienen futuro en el sector del transporte. Es importante tener en cuenta que todas estas energías requieren planificación para su implementación y extensión de su uso”, agregó Esteves Miramont.
Las tecnologías que permiten que las energías renovables estén disponibles entre nosotros. Sólo depende de la concientización para el ahorro y la voluntad política para que se transformen en una alternativa posible y sustentable para el ambiente y la vida del hombre.
Por Laura Rocha

Preguntas para el análisis de los artículos periodísticos
1. ¿Cuál es el tema que se plantea en los diferentes artículos periodísticos?
2. Analizar similitudes y diferencias en aspectos como:
a)   medio de difusión
b)   sección donde se publica
c)   estilo de la nota
d)   extensión de los artículos
e)   fuentes consultadas (especialistas, instituciones, revistas científicas)  
f)   quién es el autor
g)   interpretación del título de las notas
h)   cuáles son los datos que aporta cada nota
i)    similitudes y diferencias en la información vertida

Respuestas:
1.      Los tres artículos científicos tratan el tema de los biocombustibles.
2.      
a)  Los artículos de divulgación aparecieron en periódicos de amplia difusión en la Argentina.
b)  Nota 1: Clarín – Suplemento Rural. Nota 2: La Nación. Economía. Nota 3: LA NACIÓN – Suplemento Comunidad.
c)  Nota 1 y 2: cable. Nota 3: nota informativa.
d)  Nota 1 y 2: corta extensión. Nota 3: extensa.
e)  Nota 1. Miguel Almada, director del Programa Nacional de Biocombustibles de Argentina. Héctor Huergo, presidente de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno.  Nota 2: informe elaborado por el Programa Nacional de Biocombustibles de la Secretaría de Agricultura. Nota 3: Alfredo Esteves Miramont, investigador del Conicet y presidente de la Asociación Argentina de Energías Renovables (Asades). Rosario Espina, coordinadora de la campaña contra el cambio climático de la ONG Greenpeace Marcelo Martínez Mosquera, directivo de Tecpetrol y miembro de la UIA. Enrique Devoto, secretario de Energía durante el gobierno de Eduardo Duhalde.
f)   Notas 1 y 2: agencias de prensa. Nota 3: Laura Rocha.
g)  La Nota 3 plantea el conflicto por el agotamiento de los recursos naturales de manera general en el mundo. Se proponen diferentes alternativas de fuentes energéticas, como los biocombustibles, energía solar, eólica, biomasa, geotermia, pequeños embalses para uso hidroeléctrico, como El Nuevo Horizonte. Las Notas 1 y 2 plantean datos concretos acerca de una aplicación de los biocombustibles en la Argentina.
h)  Nota 1: aporta datos acerca de la producción de biodiésel en la Argentina, y las inversiones de dinero previstas en los próximos 10 años en ese rubro.
Nota 2: aporta datos acerca de la producción de biodiésel en la Argentina, y las inversiones de dinero en la actualidad.
Nota 3. Discute el consumo actual de las fuentes tradicionales de energía, como los fósiles y gas; y aporta datos del mundo que reflejan las ventajas de las fuentes alternativas de energía.
i)   Los cables aportan datos concretos, actuales y novedosos, mientras que la nota informativa aporta datos más generales y comparativos que buscan reflejar el conflicto y las alternativas a futuro; no busca la inmediatez de la novedad. Las tres notas hablan de nuevas formas de energía, y entre ellas incluyen los biocombustibles y a la Argentina como un productor.         


Actividad 2. La enseñanza a partir de películas comerciales  
A continuación se propone una película que trata el tema de la contaminación industrial a partir de un caso real ocurrido en los Estados Unidos. También se sugieren dos artículos periodísticos publicados en periódicos argentinos, que tratan el mismo tema a nivel nacional.
Debido a su duración, es posible que se deba destinar dos clases a la proyección de la película. Es importante que los alumnos tomen apuntes al ver la película, y si fuera necesario, pausar la proyección para que el docente aporte información.


A) Guía de Trabajo. Película: “Erin Brockovich, una mujer audaz”
Guía de trabajo.
Es la historia real de la demanda civil que los habitantes y ex-habitantes del pueblo norteamericano de Hinkley, California, hicieron contra el gigante industrial Pacific Gas & Electric.

Datos técnicos
Título:  “Erin Brockovich, una mujer audaz”
País: USA.
Año: 2000.
Duración: 128 min.
Dirección: Steven Soderbergh.
Intérpretes: Julia Roberts (Erin Brockovich), Albert Finney (Ed Masry), Aaron Eckhart (George), Marg Helgenberger (Donna Jensen), Peter Coyote (Kurt Potter).
Producción: Danny DeVito, Michael Shamberg, Stacey Sher.

Síntesis argumental
En 1993, Erin Brockovich, una mujer sin estudios universitarios, divorciada y con tres niños pequeños, fue noticia por conseguir la mayor indemnización jamás pagada en los Estados Unidos. Su lucha en los tribunales se produjo contra la compañía Pacific Gas & Electric, responsable de haber contaminado con cromo 6 las aguas de todo un pueblo, lo que provocó enfermedades en muchos de sus habitantes. La propia Erin Brockovich interviene en la película en un pequeño papel como camarera.

Datos útiles
Cromo: su empleo más importante en la industria es en el cromado de metales. En menor medida se emplea en aleaciones para la fabricación de aceros inoxidables. El Cr puede presentarse en los estados de oxidación de II a VI. En las aguas está presente fundamentalmente como Cr+6, cuya toxicidad es 100 veces superior a la del cromo trivalente (Cr+3). Su consumo en exceso puede producir trastornos digestivos graves y, por acumulación puede ser cancerígeno.
 
Preguntas para el análisis de la película con los alumnos    
a)   ¿Cuáles son los posibles efectos de la incorporación de cromo en el organismo, según el profesional universitario consultado en la película?
b)   ¿Cuál fue la actitud de la empresa con los vecinos, qué información brindó acerca del cromo y de sus efectos?
c)   ¿Cuáles fueron los efectos observados en la población?
d)   ¿Por qué se demandó a la empresa?
e)   ¿Cómo está solucionado actualmente este caso de contaminación por cromo?

Búsqueda de información complementaria
Las consignas que se sugieren a continuación pueden implementarse antes o después de la visión de la película. 
·      Buscar información acerca del cromo, su uso y sus efectos sobre la salud.
·      Comparar esa información con la que aporta la película.
a)    Buscar información acerca de casos de contaminación con cromo ocurridos en la Argentina (en diarios o en Internet).
b)   ¿Qué tipos de contaminación de las aguas existe y cuál es su efecto sobre la salud de las personas y sobre el medio ambiente? (buscar en http://www.conicyt.cl/explora/agua/lista.html para actividades y experiencias vinculadas al tema Agua).   

B) Artículos periodísticos: Casos de intoxicación por cromo en la Argentina 
En el caso particular de la contaminación con cromo, entre diciembre de 2000 y septiembre de 2001 algunos medios de comunicación argentinos difundieron noticias acerca de un caso similar denunciado en la provincia de Santa Fe.
A continuación se presentan los titulares, extraídos a partir de una búsqueda en Internet donde se pueden encontrar e imprimir estos artículos para trabajar en clase.
Resulta interesante analizar y comparar con los alumnos la información que ofrece cada uno de los medios, los titulares, la claridad y profundidad de la información, la confiabilidad de las fuentes y de los datos, las instituciones y personas que intervienen en la denuncia del caso (Greenpeace, Lalcec y los vecinos). 

Diario Clarín   www.clarin.com.ar
5/12/00 – Greenpeace en Santa Fe. Marcha contra la contaminación.
8/5/01 – Medio Ambiente: ya hay tres demandas judiciales de vecinos por daños y perjuicios. Denuncian un aumento de casos de cáncer en pueblos de Santa Fe: Dicen que los desechos de una curtiembre afectan a los pobladores de Las Toscas, Villa Ocampo y otras 9 localidades. La empresa rechaza las acusaciones.    

Diario La Nación   www.lanacion.com.ar
5/12/00 – Protesta en Las Toscas contra los vertidos de las curtiembres. Greenpeace  y 300 vecinos pidieron el cierre de las fábricas.
8/5/01 – Controversia entre Lalcec y el gobierno de Santa Fe. Para la entidad la enfermedad aumentó un ciento por ciento. 


Actividad 3. La escritura de una nota científica en la escuela
La siguiente actividad tiene por objetivo que los alumnos practiquen la escritura de una nota de tema científico y/o tecnológico. En las clases de ciencias es necesario enseñar a leer, hablar y escribir textos científicos. El uso de la lengua en las actividades escolares es un factor determinante del aprendizaje significativo de los alumnos. En caso de alumnos de los años superiores de la secundaria, es posible utilizar como fuente de información un artículo de divulgación científica específico, escrito por investigadores o especialistas. Por ejemplo, se sugiere emplear como fuente la Revista Ciencia Hoy, o las Revistas Exactamente o Química Viva de la Universidad de Buenos Aires. También es posible consultar alguna fuente confiable en Internet. Si se desea trabajar en particular con temas de biotecnología es posible acceder a las Novedades en Biotecnología del sitio de ArgenBio (Consejo Argentino para la Información y el desarrollo de la Biotecnología), en http://www.argenbio.org/h/argenbio/index.php.
La actividad puede ser individual, a partir de un mismo artículo o de diferentes artículos. Cada alumno elegirá el estilo de nota que desea escribir y, eventualmente, puede consultar otras fuentes de información, incluso algún especialista que será citado en la nota.
Se propone realizar luego una puesta en común, a través de la lectura en la clase de algunas de las notas, para analizar sus características, por ejemplo:
-           el estilo de la nota,
-           si respeta las características de estilo       
-           el título
-           si el título responde a los contenidos de la nota
-           si el lenguaje es claro y accesible
-           las fuentes mencionadas
-           los datos que aporta la nota
-           etc.

Con esta Actividad se pretende que los alumnos pongan en práctica la técnica de la escritura, la comprensión de los contenidos, y la relación entre ambos aspectos. Escribir (sobre cualquier tema) requiere de entrenamiento y de cierta habilidad, que puede también aprenderse en conjunto con docentes de Lengua. 
Como continuidad de este tema se puede proponer crear una Revista escolar con temas y estilos variados, que incluya también noticias de Ciencia y Tecnología que se difundan en la Escuela y en el barrio.   
MATERIAL DE CONSULTA

  • http://www.ciencia-hoy.retina.ar Revista Ciencia Hoy. Presenta trabajos de investigación y notas de opinión acerca de la investigación en Argentina y otros países de Latinoamérica.

  • CALVO, M. (2000). Líneas generales de un programa de difusión de la ciencia al público. Actas del I Congreso sobre Comunicación Social de la Ciencia. Granada, 25-27 de Marzo, Libro I, pp. 293-311.


  • “La percepción de los argentinos sobre la investigación científica en el país. Segunda Encuesta Nacional”. Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (ONCTIP) de la SECyT. Argentina. http://www.oei.es/salactsi/Libro.pdf

  • “Instantáneas y paisajes sobre biotecnología en la prensa española. Análisis de prensa de tres aplicaciones biotecnológicas en el año 2002: alimentos y cultivos transgénicos, terapia génica y clonación”. Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad. http://www.revistacts.net/1/3/08/file  


  • “El público y la divulgación científica: Del modelo de déficit a la toma de decisiones”. Ana María Vara. Centro de Estudios de Historia de la Ciencia José Babini. Escuela de Humanidades – UNSAM. Revista QuímicaViva- Número 2, año 6, agosto 2007- http://www.quimicaviva.qb.fcen.uba.ar/v6n2/vara.html

  • Biotecnología y Sociedad. Bergel, S. y Díaz, A. (organizadores). Ciudad Argentina. 2001.  

  • Los medios de comunicación y la Lectura del mundo actual. Propuestas para la Educación General Básica. Marcon, Atilio. Ediciones Caminos. 1998.

  • Nelkin, Dorothy. Selling Science. How the press covers science and technology. Freeman and Company, 1987. La versión en español se titula “La ciencia en el escaparate”.